Carmen Vila: ‘Allí la mujer es un cero a la izquierda’

¿Cómo surge la ONG? A iniciativa de un grupo de 25 ourensanos -formado por médicos, enfermeras, maestros y administrativos- que en 1992 empezamos a ir en las vacaciones a Jipijapa (Ecuador), animados por el delegado de Misiones de la Diócesis de Ourense, Manuel Rodicio. Encontramos una ciudad sin infraestructuras, sin agua corriente, con carreteras de tierra -hoy sólo hay una asfaltada- sin negocios, que cambia de año a año, e iniciamos una colaboración durante nuestra estancia para intentar mejorar la enseñanza, que es obligatoria, entre comillas -hay escuelas públicas pero la mayoría del tiempo están cerradas porque el profesor no va-, y la sanidad pública, que no funciona -la gente no tiene medicinas ni recursos para mirarse la tensión o controlarse la diabetes, por ejemplo-. No nos parecía suficiente y creamos la ONG.

¿Qué proyectos tienen? Promover a la mujer en Ecuador, porque es un cero a la izquierda. Dar un impulso a la educación continua e impulsar la sanidad. Este año también queremos empezar a colaborar con Mozambique, ayudando a construir un centro de acogida para mujeres con sida y niños.

¿Por qué en Ecuador? Porque aquí estamos preparados para ayudar a los más necesitados. Pero en el tercer mundo no hay recursos, el Estado no les da nada, ni hay organismos para paliar su situación.

¿Cómo se financian? Por ahora, nuestra única financiación es la cuota que paga cada miembro, 10 euros al año, aparte de las aportaciones puntuales y voluntarias de particulares y socios.