De los más de 738 millones de euros invertidos el año pasado en construcción o reparación de carreteras en Galicia, Ourense sólo recibió 71,9 millones, es decir, el 9,7% del total, según los datos del Anuario 2008 del Ministerio de Fomento. En este cóm puto, la provincia de Lugo resulta la más beneficiada en la Comunidad. El informe refleja también que Ourense tiene 1.245 kilómetros de vías con un ancho inferior a cinco metros, lo que supone un tercio de la longitud total de la red de carreteras de la provincia.
La inversión realizada en la red de carreteras ourensanas durante el año pasado ascendió a 71.963.000 euros, que supone sólo el 9,7% del gasto total para infraestructuras viarias realizado en la Comunidad, y que asciende a 738.175.000 euros, según recoge el Ministerio de Fomento en su última memoria anual.
La inversión (que suma la destinada tanto a la red estatal como a la autonómica o provincial, pero sin incluir el gasto realizado por sociedades concesionarias) benefició a Lugo particularmente, gracias al gran volumen de obra en fase de construcción tanto por parte del Estado como de la Xunta. Así, esta provincia se llevó el 39,3% del importe total para carreteras. Mientras, A Coruña recibió el 30,7% y Pontevedra obtuvo 20,2% del total.
En todo caso, la exclusión de las inversiones realizadas por sociedades concesionarias obvia la acometida el año pasado en la última fase de la autovía Santiago-Ourense, a diferencia de otras provincias gallegas, como Lugo, donde las obras están siendo asumidas directamente por la Administración estatal (como la Autovía del Cantábrico) o la autonómica (como en el caso de la autovía Nadela-Sarria, que entró en servicio en diciembre del año pasado). Asimismo, las autovías que se están realizando en Lugo no son las previstas para enlazar directamente con Ourense, es decir, la A-56 Lugo-Ourense y la A-76 Ponferrada-Ourense, que siguen acumulando demoras.
De este modo, el reparto no guarda proporcionalidad con el que correspondería a la red de carreteras atendiendo a su número de kilómetros, ya que Ourense cuenta con 3.370 de un total de 17.537 en Galicia, es decir, un 19,2% (y sólo recibió el 9,7% de la inversión), frente a las otras provincias, a las que sí benefició el reparto.
La inversión en la red de carreteras ourensanas está entre las más bajas de España, ya que sólo otras siete provincias suman inversiones inferiores a los 71,9 millones de Ourense.
La mitad tienen pavimento superficial
La red de carreteras de Ourense estaba compuesta al cierre de 2008 por un total de 3.370 kilómetros, de los que 3.193 corresponden a vías de una única calzada. De hecho, más de un tercio de la red de la provincia -en concreto, 1.245 kilómetros- tienen un ancho inferior a cinco metros. Se trata de un porcentaje elevado, aunque no tanto como el de Lugo. Esta provincia tiene 6.337 kilómetros de carreteras, de los que 3.273 no alcanzan dicha medida, debido a la gran red de conexiones locales. Por el contrario, en las provincias atlánticas las vías estrechas suponen una parte más escasa del total (el 16,7% en A Coruña y el 9,7% en Pontevedra).
Tratamiento
El informe analiza también el tipo de pavimento y señala que 1.638 kilómetros de carreteras ourensanas (algo más de la mitad del total) tienen un tratamiento superficial, frente a 1.555 con pavimento de hormigón o aglomerado asfáltico. Lugo, por su mayor longitud de vías locales, también cuenta con numerosas carreterras con un asfaltado superficial (más de 3.800 kilómetros) y A Coruña supera también el millar. No obstante, en Pontevedra el tratamiento superficial sólo persiste en 33 kilómetros.
La inversión (que suma la destinada tanto a la red estatal como a la autonómica o provincial, pero sin incluir el gasto realizado por sociedades concesionarias) benefició a Lugo particularmente, gracias al gran volumen de obra en fase de construcción tanto por parte del Estado como de la Xunta. Así, esta provincia se llevó el 39,3% del importe total para carreteras. Mientras, A Coruña recibió el 30,7% y Pontevedra obtuvo 20,2% del total.
En todo caso, la exclusión de las inversiones realizadas por sociedades concesionarias obvia la acometida el año pasado en la última fase de la autovía Santiago-Ourense, a diferencia de otras provincias gallegas, como Lugo, donde las obras están siendo asumidas directamente por la Administración estatal (como la Autovía del Cantábrico) o la autonómica (como en el caso de la autovía Nadela-Sarria, que entró en servicio en diciembre del año pasado). Asimismo, las autovías que se están realizando en Lugo no son las previstas para enlazar directamente con Ourense, es decir, la A-56 Lugo-Ourense y la A-76 Ponferrada-Ourense, que siguen acumulando demoras.
De este modo, el reparto no guarda proporcionalidad con el que correspondería a la red de carreteras atendiendo a su número de kilómetros, ya que Ourense cuenta con 3.370 de un total de 17.537 en Galicia, es decir, un 19,2% (y sólo recibió el 9,7% de la inversión), frente a las otras provincias, a las que sí benefició el reparto.
La inversión en la red de carreteras ourensanas está entre las más bajas de España, ya que sólo otras siete provincias suman inversiones inferiores a los 71,9 millones de Ourense.
La mitad tienen pavimento superficial
La red de carreteras de Ourense estaba compuesta al cierre de 2008 por un total de 3.370 kilómetros, de los que 3.193 corresponden a vías de una única calzada. De hecho, más de un tercio de la red de la provincia -en concreto, 1.245 kilómetros- tienen un ancho inferior a cinco metros. Se trata de un porcentaje elevado, aunque no tanto como el de Lugo. Esta provincia tiene 6.337 kilómetros de carreteras, de los que 3.273 no alcanzan dicha medida, debido a la gran red de conexiones locales. Por el contrario, en las provincias atlánticas las vías estrechas suponen una parte más escasa del total (el 16,7% en A Coruña y el 9,7% en Pontevedra).
Tratamiento
El informe analiza también el tipo de pavimento y señala que 1.638 kilómetros de carreteras ourensanas (algo más de la mitad del total) tienen un tratamiento superficial, frente a 1.555 con pavimento de hormigón o aglomerado asfáltico. Lugo, por su mayor longitud de vías locales, también cuenta con numerosas carreterras con un asfaltado superficial (más de 3.800 kilómetros) y A Coruña supera también el millar. No obstante, en Pontevedra el tratamiento superficial sólo persiste en 33 kilómetros.
