En 2015 se denunciaron 940 casos. Hace una década, rondaban las 400
Los crímenes atribuidos a la violencia machista en la provincia tienen su antecedente más cercano en el tiempo y hasta similar en el asesinato de Isabel Fuentes (65 años) en la habitación del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense en la que se recuperaba tras una tentativa previa por parte de su esposo, Aniceto Rodríguez Caneiro (76). Al igual que ocurrió ayer en Carballiño, el homicida intentó autolesionarse con el cuchillo con el que apuñaló a su mujer. Y, como en el luctuoso suceso de la calle Alexandre Bóveda, tampoco había antecedentes previos por violencia de género.
Fuentes murió acuchillada en la madrugada del ocho de mayo de 2015 en la cuarta planta del CHUO, en donde había ingresado el dos de abril de ese mismo año. Entonces, la víctima sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico en el propio domicilio conyugal que estuvo a punto de costarle la vida. Pero el marido despistó a propios y extraños atribuyendo la agresión con un martillo a unos supuestos ladrones que entraron a robar en la vivienda cuando su mujer veía la televisión y él ya dormía. Pese a que la rocambolesca versión no acabó nunca de convencer a la Guardia Civil, lo cierto es que Rodríguez Caneiro permaneció en todo momento al lado de Isabel -de puertas para fuera simulaba ser un marido ejemplar- hasta que consumó un segundo intento al cabo de un mes. Esta vez, con éxito.
La Audiencia de Ourense juzgará el caso este mismo año después de que a mediados de este mes decretase la apertura de juicio oral, confirmando la conclusión de sumario del Juzgado de Instrucción 1 de Verín. Tanto el ministerio fiscal como la acusación particular que ejerce la familia presentarán en los próximos días sus escritos de conclusiones provisionales por dos delitos: tentativa y asesinato consumado, con peticiones de prisión que superarán los 25 años de cárcel.
Las agresiones machistas en todas su aristas (amenazas, lesiones, homicidios, coacciones, abusos) que desembocan en los juzgados de instrucción de la provincia de Ourense se acercan al millar de casos al año. Según la última memoria de la Fiscalía de Violencia de Género, en 2015 se denunciaron 940 casos. Hace una década, rondaban las 400.
