TRIBUNALES

El caso "A Esmorga" se cierra con dos acusados de asesinato

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photo_camera Uno de los detenidos, a la entrada del Juzgado de Carballiño

La fiscal reclama para cada uno de ellos 18 años de prisión por apalear y arrojar a un joven al río Viñao 

A punto de cumplirse tres años de la muerte del joven rumano Alexandru Walter Boghio (22 años) en las gélidas aguas del Viñao tras una noche de alcohol y drogas con unos conocidos, el Juzgado de Instrucción 1 de Carballiño acaba de recibir el escrito de calificación en el que la fiscal del caso concreta sus peticiones de condena para los inculpados en el llamado "crimen de A Esmorga", Óscar E.L. y Eduardo L.F. Reclama 18 años de prisión para cada uno de ellos por un delito de asesinato con alevosía.

La acusación deja fuera de este proceso, instruido conforme a la Ley del Jurado, a Brais P.V., quien fue detenido e imputado en el caso porque estuvo con los procesados cuando comenzaron a agredir a la víctima, aunque no cuando supuestamente la arrojaron al río. No obstante, la Audiencia decretó que su conducta debía dilucidarse como un delito leve de lesiones, pero los hechos ya estaban prescritos.

Los dos encausados en el proceso por asesinato coincidieron en un bar de Carballiño sobre las diez de la noche del 19 de diciembre de 2014. Estuvieron hasta las cuatro de la madrugada del día 20, cuando, en compañía de otros amigos, se desplazaron a casa de Eduardo, en Cameixa (Boborás), para ver una motocicleta. Posteriormente, continuaron de fiesta en un pub de Carballiño, en donde conocieron a la víctima. Cuando el local echó el cierre, la juerga continuó en casa de Eduardo L.F.

Todo iba bien hasta que los dos acusados comenzaron a increpar al joven rumano y este último respondió con expresiones humillantes y vejatorias (de índole sexual) hacia la familia de ambos. La discusión desencadenó un forcejeo y posterior paliza en el patio de la vivienda. Alexandru recibió una paliza que le dejó maltrecho. De hecho, la mujer de Eduardo, que dormía en la parte superior de la vivienda junto a sus hijos menores, se despertó y recriminó a los acusados su comportamiento, según refleja la fiscal en su escrito de acusación. Hasta llegó a intervenir cuando vio a su marido con una pistola de matar cerdos en las manos. Este testigo abandonó la casa junto a Brais P.V. tras limpiarle las heridas a la víctima.

La acusación pública sostiene que fue en ese momento, alrededor de las nueve de la mañana, cuando los dos inculpados decidieron ejecutar el plan para acabar con la vida del joven.

Argumenta que lo introdujeron en el coche de Óscar para trasladarlo al canal del río Viñao "con clara intención de tirarlo al río y causar así su muerte". La tesis del ministerio público es que lo lanzaron al agua desde una altura de cuatro metros cuando ya estaba muy maltrecho por los golpes recibidos durante toda la noche.

La fiscal sostiene que la víctima estaba con vida cuando fue arrojada el canal. Más aún, añade que pidió auxilio dentro del agua. La corriente lo empujó, "falleciendo ya en el agua con un severo traumatismo craneoencefálico y por asifixia por inmersión".

El cadáver fue visto por unos cazadores el mediodía del 20 de diciembre. Flotaba en el canal de alivio del Viñao, que desemboca en el embalse de Albarellos. Finalmente, fue hallado a la 11,57 horas del 21 de diciembre en el embalse.

La acusación, además de la pena de prisión, reclama 120.000 euros en concepto de indemnización para la madre de la víctima, con quien vivía cuando sucedieron los hechos. 

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