Un agujero abierto en el techo y una puerta cubierta precariamente con una gasa para ocultar las humedades reciben a los pacientes en una de las consultas del centro de salud de Castro Caldelas. Es un ejemplo de las múltiples sorpresas con las que los trabajadores del PAC conviven a diario, y que incluyen goteras, agujeros, frío o incluso un tinte marrón en el agua del grifo.
Agua marrón del grifo en el lavabo de personal. Foto: O.Pinal
"El centro tiene deficiencias estructurales y necesita reformas fuertes", confirma la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega. Aunque los trabajadores y el material sanitario dependen del Sergas, el edificio está gestionado por el Concello, aunque desde el Consistorio matizan que "hace tres años que el Sergas debería haberse hecho cargo de este centro". La regidora insiste en que desde el concello se han hecho eco de las quejas de los trabajadores y han pedido a la consellería de Sanidade que arreglen el edificio, empezando por las cubiertas -con cristaleras que dejan que se filtre el agua-, siguiendo por la carpintería metálica y terminando con el remodelado del interior.
Foto: O.Pinal
Vega adelanta que en su última reunión con el delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, este le confirmó que el gobierno gallego tiene previsto acometer obras de mejora. "Los primeros trabajos comenzarán en 2021, aunque no puedo detallar más, porque estamos pendientes de que pase el pico de esta tercera ola de coronavirus para concretar las acciones", avanza la alcaldesa.
Hartazgo
"Toda la vida así", bufan desde el centro de salud, colocando cubos estratégicamente para cubrir goteras y señalando con el ceño fruncido las manchas que trepan por la pared en las habitaciones. "Es un edificio bonito por fuera, sí, pero no fue construido para la meteorología de Castro Caldelas... ni, de hecho, de Galicia", explica Vega.
Foto: O.Pinal
Un punto de confrontación que también depende del Concello es el servicio de limpieza, sobre el que los trabajadores han enviado varios requerimientos por escrito. Critican que nadie vaya a limpiar el centro los domingos ni los festivos, cuando sí se atienden urgencias, pero la alcaldesa dice que esta situación es la normal. "Es lo habitual, en otros sitios ni siquiera se limpia un día del fin de semana", comenta la regidora. Además, añade, en el caso de que haya una sospecha de covid, sí que se desplaza una persona para limpiar y desinfectar, sea el día que sea.
