OURENSE

Los cementerios ourensanos vivieron una intensa jornada de Fieles Difuntos

photo_camera Dos personas, protegidas de la lluvia por sendos paraguas, ayer por la mañana ante las tumbas de sus seres queridos en el cementerio de San Francisco (JOSÉ PAZ)

El tiempo inestable y la lluvia que cayó gran parte de la jornada no restó afluencia a los camposantos de la provincia

El mal tiempo y especialmente la lluvia, que cayó con fuerza en varios momentos de la jornada de ayer, no restó afluencia a los cementerios de la provincia durante la festividad de Fieles Difuntos. Los camposantos vivieron con intensidad la jornada, con mayor afluencia que durante el resto del año, después del intenso ajetreo que vivieron también a lo largo del pasado sábado, fiesta de Todos los Santos. Los camposantos presentaban durante el día de ayer una imagen radiante, llena del colorido que repartían por todas las esquinas los millares de ramos de flores con los que los difuntos eran recordados por sus familiares.

Muchas personas que en la jornada del sábado no pudieron cumplir con esta acto de respeto y recuerdo de sus seres queridos se acercaron ayer hasta los cementerios y en algunos puntos aún se podían adquirir ramos y centros de flores, como ocurría en los exteriores de la Plaza de Abastos de la ciudad.

Ayer, día de Fieles Difuntos, el obispo de la Diócesis, monseñor Leonardo Lemos, presidió sendos actos religiosos. El primero de ellos tenía lugar a las seis de la tarde en la iglesia de Santa Mariña do Monte, donde ofició la Eucaristía acompañado por varios sacerdotes de la ciudad. Dos horas más tarde, a las ocho, celebrada otra Eucaristía en la Catedral de la ciudad.

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