La entidad pospone la ratificación porque alguno de los postulados no encaja en los estatutos
La Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), ha dejado de nuevo sobre la mesa el código ético que pretende determinar las responsabilidades de los que forman parte de la entidad. A última hora de ayer se celebró una reunión de la junta directiva y comité ejecutivo en la que, entre otros asuntos, se iba a aprobar el código ético.
Sin embargo, la aprobación quedó otra vez aplazada al advertirse colisiones con los estatutos de la propia Confederación. Según explican fuentes de la entidad, los estatutos son los que rigen las pautas de funcionamiento y alguno de los postulados del código ético no tendrían encaje estatutario. De ahí que se haya previsto una modificación.
El texto que quedó sin aprobar contenía algunos condicionantes para los que forman parte de la CEO. Uno de los hechos más relevantes es el referido a las causas judiciales en las que puedan estar inmersos los representantes de la entidad.
En uno de los párrafos del Código Ético se alude de forma expresa a que "toda persona afectada por este código, involucrada en un proceso judicial de carácter penal con trascendencia empresarial que finalice con una sentencia en firme, deberá poner su cargo a disposición de los órganos de gobierno de la CEO, para la evaluación de su continuidad".
Es decir, la sentencia, eventualmente condenatoria, no significaría un apartamiento de la organización, sino que sería la propia entidad la que tendría la última palabra. Este párrafo no constaba en uno de los borradores que se habían barajado con anterioridad.
Por otra parte, la junta y el comité dieron el visto bueno a la incorporación de Rosa María Sánchez (presidenta de la asociación de centros de enseñanza de peluquería y estética de Galicia) en sustitución de José Luis Cid, presidente de Instalectro. Por su parte, Alejandro Cruz, vicepresidente de la confederación, sustituye a María de Miguel como representante de la entidad en Sogarpo.
