Tribunales

Cien golpes en dos minutos

Los tres inculpados, Josué F.L., Iago A.D. y Álvaro R.I., ayer en el juicio en el Penal 1.
photo_camera Los tres inculpados, Josué F.L., Iago A.D. y Álvaro R.I., ayer en el juicio en el Penal 1.
Arranca la actividad judicial. En el Penal 1, tres jóvenes fueron juzgados por patear a otro en el suelo en el contexto de una pelea multitudinaria a la salida de una discoteca. Los inculpados dicen que solo trataron de mediar para separar

El edificio judicial de O Couto, tras el paréntesis vacacional de agosto, regresó este miércoles a la vida, esa que solo ventila conflictos e historias poco amables en las salas de vistas. No fue uno de los días “fuertes”, pero sí de reencuentros y juicios desde primera hora de la mañana. Entre las 09.00 y las 09.30 horas traspasaron el umbral del arco de seguridad, 50 personas. Un día antes, apenas 10.

El Penal 1 abrió el bloque de juicios por delitos con un único señalamiento. Una sola vista que ocupó buena parte de la mañana a las partes implicadas y ya de paso daba pie a la anécdota. El abogado Pablo Quintas,  bromeó con la jueza a la salida. “Para un 1 de septiembre han sido muchas horas”.

Los hechos juzgados en la apertura del nuevo curso judicial, la paliza a un joven en el exterior de una discoteca de la calle Arturo Pérez Serantes a las 06.40 horas de la madrugada, aunque ocurrió en la Navidad de 2017, no fueron ajenos a la actualidad. El abogado de la acusación particular, Javier González, aprovechó la exposición de su informe final para sacar a la palestra “lo qué ha ocurrido en A Coruña este verano (el asesinato de Samuel Ruiz) y la peleas que están proliferando en la ciudad de Ourense”.  Aunque precisamente esta conexión no gustó demasiado a las defensas. “Reconozco que una pelea puede causar alarma social, pero no me parece prudente hacer una causa general con este juicio, un caso que se solventó con dos puntos de sutura”, puntualizó Quintas.

Josué F.L., Iago A.D. y Álvaro I.R. respondieron de un delito de lesiones por el que la fiscal reclamó multas y la acusación particular prisión (dos años y tres meses). Ninguno reconoce los múltiples puñetazos y patadas que recibió A.P.C. en el suelo. Ayer, este último identificó sin pestañear a los inculpados, a quienes solo conocía de vista, como tres de “las diez o doce personas” que lo agredieron a patadas y puñetazos “en minuto y medio o dos”, aunque no puede precisar “de los cien golpes” que recibió quién dio más o menos fuerte. En la denuncia presentada en la comisaría de la Policía Nacional, tras llegar a ellos mediante una investigación personal en las páginas de Facebook, equiparó las patadas asestadas en el rostro “como si estuviesen golpeando un balón de fútbol”.  

Y recibió de forma gratuita. A día de hoy, aún no sabe el porqué, aunque uno de los amigos que lo acompañaba aquella noche dio alguna pista: “Una amiga nuestra, que se encontraba un poco perjudicada, estaba por allí y ellos (los acusados) empezaron a hablar con ella e insistir, y se les dijo que la dejaran en paz”, aseguró el testigo.

 La víctima sufrió numerosas contusiones y sangró abundantemente por la nariz, por lo que tuvo que ser asistido en el Punto de Atención Continuada (PAC) de la calle Concejo. Las lesiones le dejaron como secuela una cicatriz de un centímetro, de ahí que la acusación particular reclame 2.000 euros como indemnización.

Los investigados reducen su intervención en la pelea -”un forcejeo”- a un intento de mediación entre personas que estaban previamente enzarzadas en un tumulto de unas “veinte personas”. En sus palabras, “para separar a gente que conocíamos” pero no incluyen al denunciante, al que no le ponían cara.  “No le pegué, había mucha gente y no recuerdo verlo en el suelo”, aseguró Josué F.L. 

Mientras que la fiscal y la acusación particular valoraron la firmeza del perjudicado a la hora de incriminar a los acusados, los letrados invocaron la presunción de inocencia en  el contexto de una pelea multitudinaria en la que todos dan y reciben. También intentaron amarrar contradicciones entre la víctima y sus amigos sobre cómo comenzó todo. La abogada de Iago A.D. recordó la tacha del proceso penal. “Mi cliente está trabajando  y una condena deja antecedentes”, aseguró Carmen Carballo. Otra de las abogadas, Marta Soto, puso el foco en que el perjudicado fue prolijo en el juicio pero no en comisaría, invocando la eximente de legítima defensa para Álvaro I.R.  Algo que no ven la acusaciones porque “fueron tres contra uno”.

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