La agresividad aumenta de noche y el Concello de Ourense la combate a manguerazos

photo_camera Los cañones de agua vuelven al centro de Ourense
Los locales clandestinos se sitúan bajo el punto de mira de los vecinos 

Ni una noche sin peleas parece ser la nueva tónica general en Ourense que, el sábado, volvió a ser escenario de tres agresiones en el Casco Vello. En este caso, fueron ataques de carácter más leve que el del viernes -que se saldó con tres detenidos por lesiones-. Aún así, durante la madrugada del domingo dos personas fueron denunciadas igualmente por la Policía Local. 

El primer encontronazo ocurrió coincidiendo con el cierre de los pubs, a las 03,00 horas en la Plaza del Corregidor. La Policía Local denunció a un hombre que, además de ser autor de una agresión leve, también desobedeció a los agentes y no estaba respetando el uso de la mascarilla. 

La siguiente fue en la plaza de Los Suaves, una ubicación que junto a las calles Pena Corneira y Cabeza de Manzanedas son puntos conflictivos. Los agentes intervinieron para separar a las partes de una trifulca. 

Por último,  a las 11,52 horas, fue necesario intervenir en la plaza Rafael Dieste, donde la Policía Local realizó un informe dado que las partes no quisieron denunciar. 

Los cuerpos policiales son conscientes del aumento de la agresividad en la ciudad. También lo es el gobierno municipal, que este miércoles tiene previsto reunirse en la junta de seguridad local para evaluar nuevas medidas. Mientras, se continuará con los dispositivos policiales que  a la hora del cierre tienen la potestad de movilizar al hidrocamión.

El sábado, tras controlar los cierres de los pubs, la Policía Local solicitó los servicios de este camión, que más que como servicio de limpieza, funciona como herramienta disuasoria. El vehículo baldeó Pena Corneira, San Pedro, la Plaza de Los Suaves y el Corregidor, aunque algunos vecinos señalan que la fiesta no terminó y que en esta zona  un pub quedó abierto hasta las 6,00 horas. Después bajó desde la calle Luna hasta la plaza de O Ferro, habitual pista de carreras. 

Los clandestinos

Aunque la mayoría de los pubs del Casco Vello cumplen con los horarios de cierre y con las medidas de seguridad, hay una serie de establecimientos que continúan la fiesta ilimitadamente bajo el conocimiento -y enfado- de los vecinos. Es el caso de un local que, según los vecinos, permaneció abierto en Pena Corneira. Afirman que “da miedo hasta llamar a la policía porque puedes llevarte una mala contestación”. 

Otro caso ya conocido para los agentes de la Policía Local es el del número 29 de la calle Juan XXIII. El bar cambió de nombre durante el tiempo de pandemia pero continúa dando problemas. El cuerpo de seguridad municipal lo califica como “un local conflictivo” y, concretamente el sábado por la noche, recibieron una llamada alertando de actividad en su interior fuera de horario legal pero finalmente no se registró ninguna anomalía.  

Este establecimiento, recientemente bautizado como “Las Vegas” estuvo en el punto de mira en diversas ocasiones el pasado verano. En junio la Policía desalojó una fiesta clandestina en la que no faltaba de nada: alcohol, tabaco, más gente de la permitida, cocaína y speed. 

Otras ilegalidades

Además de las agresiones y las fiestas a altas horas de la madrugada, los agentes municipales denunciaron a cuatro personas que dieron positivo en una prueba de alcoholemia -una irá por vía penal- y a dos que habían consumido drogas e iban al volante. 

Además, controlaron que no se realizasen asentamientos en la plaza de As Mercedes y en el Parque de San Lázaro. Para la vigilancia de la ciudad hubo en total cinco patrullas de la Policía Local, tres movilizadas desde la comisaría y una de la Policía Autonómica.

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