elecciones generales - analisis

Ourense, la ciudad más "roja" en la provincia más "azul"

Mientras el PP obtuvo en Ourense sus mejores resultados de toda España, la ciudad se convertía el 28-A en la segunda capital de provincia con más apoyo electoral para el PSOE. Lo que no cambia es el poder del bipartidismo, que tiene su dique en Ourense.

Una provincia de contrastes. Las elecciones generales celebradas el pasado domingo dejaron clara una división entre la ciudad y el resto de la provincia, y tanto PP como PSOE marcaron sendos récords de votos a nivel nacional. Los populares reafirmaron Ourense como su principal feudo, al ser la circunscripción en la que mayor porcentaje de votos fueron a parar a estas siglas, con el 35%de los sufragio. Por otra parte, el PSOE ha configurado también su propio feudo. Así, Ourense ciudad se convierte en la segunda capital de provincia española con más apoyo a los socialistas, alcanzando el 36,43% de los votos; solo por detrás de Soria (36,93%), y ligeramente por delante de Vigo (36,41%). 

El PSOE recibió en la ciudad un porcentaje de voto elevado, por detrás de la victoria cosechada por José Luis Rodríguez Zapatero en el 2008 y 2004, y por Felipe González en 1993, 1989 y 1986; pero muy por encima de los datos de 2015, 2016, 2011, 2000, 1996, 1982, 1979 y 1977. En todo caso, es la cuarta vez que consigue ser el partido más votado en la urbe en unas elecciones generales, tras 1986, 1989 y 2008. 


Bipartidismo, aún al alza


Con estos mimbres, el bipartidismo goza de una salud de hierro en Ourense en comparación con otras provincias. Ourense se consolida como la provincia más bipartidista de todo el país, con casi un 68 % de votos para populares y socialistas (34,81% el PP y 32,99% el PSOE), solo seguido de cerca por la vecina provincia de Lugo, que alcanzó un apoyo a los dos partidos tradicionales del 67% (33,6% el PP y 33,2 el PSOE). Pese a la pujanza de Ciudadanos y Vox, su influencia es mucho menor que en la mayor parte de provincias, lo cual pone de manifiesto el escaso peso de las otras fuerzas en el panorama político ourensano. De hecho, la formación liderada por Santiago Abascal tuvo, con un 5,11%, un resultado bajo (la mitad que la media nacional), y fue la segunda provincia gallega en la que recibió menos apoyos, solo por detrás de Pontevedra. Otro de los aspectos que demuestra el peso del bipartidismo es que Ourense y Lugo son las únicas dos circunscripciones de cuatro escaños que han hecho un reparto 2-2, mientras en las ocho provincias de semejante tamaño se disgregó el voto con la entrada bien de una fuerza nacionalista, bien de Cs.

Los principales diques del bipartidismo son Quintela de Leirado (92,67%), Muíños, Padrenda, Porqueira, Beariz, Lobeira o Chandrexa de Queixa, por encima del 85%. En el extremo opuesto están Allariz y Vilar de Santos, donde PP y PSOE sumaron menos del 50% de los votos. En la localidad limiana, los socialistas fueron incluso tercera fuerza.


El PP, en mínimos


El PP ha cosechado los resultados más bajos de las últimas tres décadas en porcentaje a nivel provincial, con un 34,81%. Desde que pasó a denominarse Partido Popular había superado siempre el 40% de los votos emitidos, llegando a alcanzar un 57,1% en el 2000 o un 56,8% en el 2011, e incluso un 55,2% en 2004, cuando ganó el PSOE en toda España.


Otros partidos


C's, uno de los principales beneficiados del 28-A, enseña músculo en la provincia, registrando un importante crecimiento hasta situarse en la tercera posición, con 20.000 votos y un 10,8% de apoyo. La formación naranja logró situarse por detrás de PP y PSOE en 50 ayuntamientos, destacando en Barbadás (15,4%), Xunqueira de Espadanedo (14,5%) u Ourense (13,7%).

Por su parte, Unidas Podemos, que se estrenaba tras descoserse En Marea, resistió el tipo siendo tercero en 28 municipios, estando en seis por encima del 10% de los votos (Allariz, Barbadás, Ribadavia, Ourense, Coles, A Rúa y Petín).

En lo que respecta a Vox, se coló como tercera fuerza en tres concellos (Calvos de Randín, Carballeda de Valdeorras y Gomesende), aunque curiosamente en ninguno de ellos fue donde obtuvo su mejor porcentaje de apoyo, algo que sucedió en Beade, con el 8,42% de los sufragios emitidos, por detrás de Unidas Podemos, que obtuvo el 9,16%.

El BNG, que apenas logró el 3% de apoyo electoral, mantuvo el tipo por detrás de PP y PSOE en localidades como Allariz, Baños de Molgas, Castrelo de Miño, A Mezquita o Viana do Bolo, donde gobierna, y también en Cartelle y A Gudiña.

Mientras, las únicas luces para En Marea se encendieron en Vilar de Santos, a solo cuatro votos de ganar, Manzaneda y Laza, donde se auparon a la tercera plaza, o Vilariño, únicos concellos por encima del 5%.


Participación, en máximos


La participación volvió a niveles positivos en la provincia, situándose en un 73,8%, por encima del 69,7% registrado (sin contar el voto emigrante) en 2016. Un año antes, se había alcanzado el 72,26%. En 2011 se registró una cifra de movilización semejante, aunque ligeramente inferior, registrando un 73,6%. La más alta hasta ahora fue la de 2008, con cuatro puntos más (77,8%), casualmente repitiendo el reparto de escaños actual (2-2), seguida de la de 2004 (77,6%). También en 1996 se llegó al 74% de votantes.  Así, la votación celebrada el pasado domingo fue la cuarta con mayor concurrencia a las urnas de la democracia. 

Las cifras

34,81%
Apoyo dado al PP ourensano, el más alto de los populares en toda España.
36,43%
Apoyo al PSOE en la ciudad, solo superado por unas décimas en Soria.
68%
PP y PSOE obtuvieron casi siete de cada diez sufragios, el registro más alto de España.
73,8%
Participación, la cuarta más alta de la etapa democrática.

Te puede interesar