Un 'cubo', construido con piedras que procedían de las obras del complejo, sirve de antesala al claustro gótico de San Francisco. El acceso, cuyas obras están prácticamente concluidas, permitirá visitar uno de los más emblemáticos bienes de interés cultural de la ciudad. Una actuación en la que la Gerencia de Infraestructuras y equipamientos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha invertido 207.933 euros con el objetivo de devolver el espacio a Ourense mientras se realicen las obras principales -en el Archivo Histórico y la Biblioteca- .
El diseño elaborado por los arquitectos Xosé Manuel Casabella y José Luis Martínez Raído -los mismos que realizaron el proyecto para finalizar la obra principal- comprende un espacio de acceso al claustro que se ubica en el mismo lugar que en su día ocupó la nave central de la iglesia de San Francisco, trasladada al Parque de San Lázaro. Sin más contenido interior hasta el momento que un mesado de madera -a modo de mostrador-, el cubo de piedra da paso a la auténtica joya, el claustro, que ha sido adecentado también a lo largo de estos trabajos para paliar las huellas de los años en los que permaneció clausurado por causa de las obras del Archivo y la Biblioteca, adjudicadas en 2003 pero todavía sin finalizar.
Así, las obras incluyeron la limpieza de la piedra del espacio histórico, así como de las vidrieras. La iluminación, la seguridad y la accesibilidad fueron otros de los aspectos que se tuvieron en cuenta para que el espacio logre recuperar su mejor aspecto. A ello contribuirá también el césped del interior del claustro, que rodeará a las cuatro palmeras del conjunto.
A pesar de que restan pocos detalles para finalizar las obras, la fecha de apertura está pendiente de la gestión del mismo, que ha sido encomendada por el ministerio al Concello y en la que posiblemente también participe la Xunta. En todo caso, se prevé que la devolución de esta joya zarquitectónica a la ciudad no se demore durante mucho tiempo.
Así, las obras incluyeron la limpieza de la piedra del espacio histórico, así como de las vidrieras. La iluminación, la seguridad y la accesibilidad fueron otros de los aspectos que se tuvieron en cuenta para que el espacio logre recuperar su mejor aspecto. A ello contribuirá también el césped del interior del claustro, que rodeará a las cuatro palmeras del conjunto.
A pesar de que restan pocos detalles para finalizar las obras, la fecha de apertura está pendiente de la gestión del mismo, que ha sido encomendada por el ministerio al Concello y en la que posiblemente también participe la Xunta. En todo caso, se prevé que la devolución de esta joya zarquitectónica a la ciudad no se demore durante mucho tiempo.
