Una avería en un colector asfixió a centenar de peces en el río ourensano

El cloro de la piscina de Maceda contaminó el Sor [Galería]

El río en que se produjo el vertido de cloro. Al fondo, las piscinas
Una avería en la sala de máquinas de las piscinas municipales de Maceda dejó escapar gran cantidad de cloro al río Sor, un afluente del Arnoia, lo que provocó la asfixia de centenares de peces.
El alcalde, Xavier Oviedo, lamentaba ayer la situación, al tiempo que aseguraba que las piscinas municipales cumplen con la normativa vigente, 'pero esto non significa que non se produzan fallos'.

Las instalaciones municipales son de reciente construcción y el Concello trasladaba ayer toda la responsabilidad a la empresa que instaló el sistema de clorado. 'Non se trata de buscar culpables, se non de que os feitos non se repitan', apuntó el regidor, recalcando que cuando las piscinas viejas estaban en funcionamiento también se registraban fallos, 'pero nunca se recoñeron públicamente como se fai agora'.

El desagüe de las piscinas fue conectado directamente al citado río y los trabajadores municipales ya tomaban ayer medidas para que el agua utilizada para el baño pase primero por un depósito antes de llegar al cauce. 'Fixemos unha nova canalización para reteñer a auga en caso de rexistrarse outra avería e, así, evitar a contaminación, outro desastre no río', señaló Xavier Oviedo.

Las piscinas están situadas cerca del puente que sobre el Sor enlaza Maceda y Xunqueira de Espadañedo. Los vecinos fueron los que dieron la alarma al encontrar bajo el puente decenas de peces muertos por asfixia. Al lugar se desplazaron de inmediato agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), de la Consellería de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. El dispositivo, al que se sumaron técnicos municipales, recogió muestras de agua en diferentes puntos del río y, tras ser analizadas, se percataron de la presencia de grandes cantidades de cloro. 'La concentración era mucho mayor cerca del desagüe de la piscina', afirmaron en el Seprona.

Los agentes fluviales, que también recogieron los peces muertos que flotaban en el agua para llevarlos a analizar, permanecían ayer en el río para comprobar el alcance de la toxicidad. La inspección abarcó al cauce del Arnoia para cerciorarse de que el cloro no había ocasionado daños.

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