La asociación Xuntanza de Micólogos 'Os Cogordos' reunió ayer a más de 170 especies de setas en la tradicional exposición anual que puso el broche final a la XIII Semana Micolóxica Ourensá que se celebró en el Liceo desde el miércoles.
'En xeral está sendo un bo ano tanto en cantidade como en variedade xa que leva chovido bastante e iso é o que axuda', explicó José Luis Rico, presidente de la asociación, quien precisa que 'faltan algunhas especies pero é suficiente para dar idea do que é o mundo da micoloxía ourensana'.
El sábado fue una jornada intensa para la treintena de socios que recogieron, clasificaron y decoraron las setas que conformaron una exposición que fue visitada por alrededor de 3.000 personas a lo largo de toda la jornada de ayer.
Adornadas con musgo y otra vegetación del entorno, y dispuestas en cestas, estaban perfectamente clasificadas con fichas de colores en tres grupos: comestibles verde), sin valor culinario (amarillo) y tóxicas o mortales (rojo).
De esta manera, tanto apasionados de la micología como curiosos disfrutaron y aprendieron sobre un amplio abanico de setas y hongos que abarcaba desde especies minúsculas hasta ejemplares que superaban los 20 kilos, todos ellos recogidos en los bosques próximos a la capital.
El presidente de la asociación, que en los próximos meses cumplirá 30 años de existencia, incidió en la necesidad de que los aficionados a la recogida de setas se informen para evitar problemas de intoxicaciones o males mayores. 'Sen os coñecementos este é un mundo que pode ser moi perigoso', apunta y añade que, además, 'procuramos ensinar á xente a que respete o entorno natural dos fungos, que por descoñecemento ás veces, dánase'.
El sábado fue una jornada intensa para la treintena de socios que recogieron, clasificaron y decoraron las setas que conformaron una exposición que fue visitada por alrededor de 3.000 personas a lo largo de toda la jornada de ayer.
Adornadas con musgo y otra vegetación del entorno, y dispuestas en cestas, estaban perfectamente clasificadas con fichas de colores en tres grupos: comestibles verde), sin valor culinario (amarillo) y tóxicas o mortales (rojo).
De esta manera, tanto apasionados de la micología como curiosos disfrutaron y aprendieron sobre un amplio abanico de setas y hongos que abarcaba desde especies minúsculas hasta ejemplares que superaban los 20 kilos, todos ellos recogidos en los bosques próximos a la capital.
El presidente de la asociación, que en los próximos meses cumplirá 30 años de existencia, incidió en la necesidad de que los aficionados a la recogida de setas se informen para evitar problemas de intoxicaciones o males mayores. 'Sen os coñecementos este é un mundo que pode ser moi perigoso', apunta y añade que, además, 'procuramos ensinar á xente a que respete o entorno natural dos fungos, que por descoñecemento ás veces, dánase'.
