Mejorar algunos de los cuarteles en la provincia, "porque los hay que están en mal estado". Este es uno de los proyectos que no pudo ejecutar el coronel de la Guardia Civil Manuel Javier Novo Colldefors, que este viernes se despidió oficialmente de los ourensanos como jefe de la Comandancia de Ourense desde el año 2011.
Novo Colldefors, que cesará en el cargo el próximo lunes (su nuevo destino será A Coruña), hizo balance, a preguntas de los medios de comunicación, de los ocho años al frente del Instituto Armado en la provincia. "Las infraestructuras de que disponemos son mejorables. Hay alguna deficiencia en vehículos pero por lo demás la situación es buena", explicó.
En lo que se refiere a la criminalidad, el coronel se despide con una "espinita clavada" por no ver encarcelados a los autores del crimen del párroco de Vilanova dos Infantes (Celanova) Adolfo Enríquez Méndez, en marzo del 2015 y el robo de la Virxen do Cristal. Los agentes detuvieron a dos croatas que solían pedir ayuda al sacerdote como presuntos autores de la muerte. La causa se sobreseyó por falta de pruebas.
En lo restante, Novo Colldefors se mostró satisfecho con el trabajo realizado, aunque lamentó algunos de los robos registrados, en clara referencia a los encapuchados que asaltaron a personas mayores.
A preguntas de los medios sobre sus peores momentos en la Comandancia citó la pérdida de compañeros por causas que no fueron naturales. En este sentido, el coronel que su gran capital fue los recursos humanos. "Tenemos unos profesionales magníficos. La mayoría son ourensanos y están perfectamente integrados en la población, los que les permite dar todo, no escatimar esfuerzos ante cualquier emergencia o catástrofe", afirmó, puntualizando que la plantilla (910 efectivos) está cubierta por encima del 90%.
Se mostró preocupado con el incremento de las estafas a través de internet. En este sentido, instó a la población a extremar la seguridad a los hora de contratar servicios y realizar compras para evitar caer en la trampa de los delincuentes.
