El Foro Económico, que alerta de la catástrofe demográfica, aconseja la inmigración de 20.000 mujeres al año en Galicia
A la vista de como evoluciona la población gallega en general, y la ourensana en particular -ésta, que reside en una provincia interior, encabeza el grado de envejecimiento de la Comunidad autónoma-, el único remedio de los expertos para asegurar el relevo generacional y la sostenibilidad del sistema parece ser la inmigración, dado que el incremento de la natalidad (sólo 5,76 nacidos por cada mil habitantes frente a 7,2 en Galicia) se muestra aún más improbable. Lo ha dicho el Foro Económico de Galicia, una entidad ligada a la Universidad, que ha alertado de que la Comunidad gallega cumple "las peores previsiones" estadísticas en materia demográfica y ha señalado, pues, que es "más urgente" en la actualidad implementar medidas para fijar población y atraer mujeres inmigrantes que "centrarse" en el incremento de natalidad de forma prioritaria
Así lo recoge en el informe "¿Qué futuro demográfico nos espera y cómo puede incidir en nuestro bienestar?", que fue presentado ayer por su relator, el profesor Xaquín Fernández Leiceaga, en un acto al que también acudió el empresario ourensano Emilio Pérez Nieto, vicepresidente del Círculo de Empresarios de Galicia, que apoya esas conclusiones.
El informe determina que Galicia está cumpliendo en la actualidad "las peores previsiones" contempladas por el Instituto Galego de Estatística (IGE) para el periodo 2002-2051, lo que determina que podría perder un millón de habitantes en 40 años y "lo más probable" es que se sitúe por debajo de los dos millones de habitantes a mediados de siglo. De hecho, todas las provincias perderán población pero la regresión será mayor y especialmente intensa en Ourense y Lugo.
De hecho, ambas provincias abrirían un ciclo insólito, que las llevaría a quedarse con la población de comienzos del siglo XIX, sólo que más avejentada, concentrada y urbanizada. El informe ha concluido que la población "sólo crece históricamente" en momentos históricos que "impiden" o "dificultan" la salida de emigrantes. Por ello, alerta de la situación actual de salida del país de jóvenes en edad de tener hijos y apuesta por "fijar población activa en el territorio" como medida "más urgente" que el incremento de la natalidad.
Las propuestas
Xaquín Fernández Leiceaga ha incidido en la necesidad de intervenir en primer lugar en los flujos migratorios, tanto evitando que salga población en edad fértil como promoviendo la llegada de inmigración. Esa variable es la "de ajuste más rápido y flexible" y tiene un "enorme potencial" para frenar los efectos de la crisis demográfica en Galicia.
Para "mantener invariable" el número de nacimientos en Galicia en los próximos años, apunta el informe, sería necesaria una "fortísima recuperación" del índice de fecundidad, o "una fuerte inmigración de mujeres en edad fértil" que "recupere simultáneamente las cohortes y la fecundidad". Para ello, indica, debería producirse una "improbable" inmigración neta de 20.000 mujeres y hombres al año durante los próximos lustros.
El director del Foro Económico, Santiago Lago, ha alertado de que esta "estructura envejecida" de la población conllevará asimismo una sociedad "menos emprendedora" y más conservadora. Una población que, en el caso de Ourense, tendrá una alta tasa de dependencia, sobre todo senil, debido al altísimo grado de envejecimiento de sus habitantes.
Además, esa evolución poblacional a la baja prevé una pérdida de habitantes en los próximos 10 años superior al 10% en todas las áreas de Ourense, excepto la capital, igual que en las áreas oriental y meridional de Lugo. De hecho, sólo se prevé que crezca la comarca de Santiago y algunas de Pontevedra.
