COMERCIO LOCAL

El comercio ourensano, indignado por la permisividad con los manteros

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photo_camera Personas con sus productos expuestos en el "top manta" en la calle Paseo.

Recuerdan que el "top manta" no tributa "y las mafias que los ponen ahí ganan mucho dinero"

Con la llegada del buen tiempo proliferan los vendedores de productos de todo tipo en el denominado "top manta", que en la ciudad se concentra en la calle Paseo. Un fenómeno que los comerciantes observan como una competencia directa, ante la que se ven indefensos. El presidente de la asociación de comerciantes del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, Luis Rivera, no duda en apuntar que todo parece indicar que este fenómeno está "movido por mafias", por lo que aunque entiende que los manteros son "un colectivo que viene de fuera y vive una situación de necesidad, esas mafias los tienen ahí vendiendo productos falsificados". "La gente debe saber que la mayor parte de la ganancia se la llevan esas mafias".

Añade Rivera que "si lo sabemos nosotros, ¿cómo no lo va a saber la Policía Local?". Apunta que, aunque de vez en cuando "se detecta por parte de la Policía algún registro en la zona de A Limia con este tipo de prendas y productos, rápidamente vuelve a surgir otro punto de suministro".

Aunque reconoce que "aquí no es un problema tan grave como en otras ciudades como Barcelona, Madrid o Vigo", subraya que lo que no entienden los comerciantes es el hecho de que, mientras el sector debe "pagar tasas e impuestos", los vendedores del top manta no abonan nada por estar en la arteria central del comercio de Ourense.

En este sentido, Rivera considera que "sería necesario que se les aplicara algún tipo de regulación, porque ellos no tributan nada y los que los ponen ahí están ganando mucho dinero". Y añade que "cuando se vendía, antes de la crisis, parecía un problema menor", pero ahora han subido las cargas de los "impuestos encubiertos -en materia de seguridad, etcétera- a los profesionales del sector" y eso favorece a este comercio de la calle.

Susana Bouso, de Bouso Sport en la calle Concordia, señala que "lo que no se puede es meter producto falsificado a los clientes, yo soy muy solidaria con esta gente, pero es que del dinero que ganan, la mayoría se lo quedan las mafias".

Recuerda que"hará dos o tres años ya tuvimos una reunión con la Policía Local y se nos dijo que no había medio de controlarlo porque ganaban menos de 400 euros y eso los sitúa en riesgo de exclusión social, así que la justicia no puede hacer nada".

Respeto y regularización

Susana Bouso añade que "vaya por delante que yo respeto mucho a estas personas, creo que todos debemos tener un lugar donde vivir y algo para comer, pero debe haber una regularización de su comercio".

Por su parte, José Ramón García, de Varela Íntimo, en la calle Santo Domingo, considera que, "ante todo, es un problema estético", además de "alimentar unas mafias que se aprovechan de la situación", aparte de "invadir la vía pública sin contribuir en nada vía impuestos a la ciudad". Insiste en que "el beneficio para los que están a pie de calle es mínimo y se aprovechan otros".

El también vicepresidente de la asociación de comerciantes Ourense Centro señala que "el comerciante está en una gran desigualdad; a todos nos gustaría tener nuestro establecimiento a pie de calle y en las mejores zonas, como es el caso de esta gente, que se sitúan siempre en las calles peatonales y más céntricas". En este sentido, considera "la administración debe actuar".

“En Italia se pena al consumidor del producto”

El vicepresidente de los asociados del Centro Comercial Aberto Ourense Centro reconoce que no es experto para poder dar soluciones a este problema, pero apunta que "sí veo que en otros países han funcionado fórmulas como la que vi en un viaje reciente a Italia". José Ramón García explica que "allí se pena  al consumidor, a los vendedores no se les criminaliza, pero hay cierta vigilancia, de forma que se para al comprador pidiéndole el ticket de compra, que no lo va a tener, y le cae una multa por haber comprado en el top manta". De esta forma, "al no haber clientes, el sistema se cae por sí mismo".

Desde el Concello, el edil de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, afirma que "la Policía Local realiza vigilancias y rondas a diario, con el objetivo de disuadir a las personas que se dedican a esta venta".

A pesar de ello, los puestos improvisados de venta de bolsos, ropa deportiva o cedés siguen instalándose en la calle Paseo.

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