Los comerciantes locales alertan sobre supuestas irregularidades en estos establecimientos, sobre todo de horarios, y de la falta de licencias

Los comercios chinos reactivan el mercado de los alquileres

La actividad de los comercios chinos parece mantenerse al margen de los efectos de la crisis económica, a juzgar por la expansión de este tipo de negocios por toda la geografía ourensana, lo que choca directamente con la sangría producida en el sector servicios autóctono.
Sus principales claves de éxito, o al menos los parámetros que todos repiten, se resumen en copar las ubicaciones más emblemáticas -caso del Xesteira-, con céntricos y amplios locales, y abrir de lunes a domingo con horario ininterrumpido, desde la mañana a la noche. Además, si un modelo de negocio deja de funcionar, inmediatamente se reconvierte en otro diferente, como pasó con el bum de los restaurantes de comida oriental, que se han reciclado en bazares con todo tipo de productos.

En la ciudad de Ourense, son numerosos los bajos que están siendo reparados con capital oriental para acoger este tipo de actividad comercial. También en el resto de cabeceras comarcales de la provincia, donde ya ocupan los mejores locales. Sólo en Celanova, con una población que apenas supera los 6.000 habitantes, se concentran tres de estos negocios. Sus necesidades de espacio son tales que, en muchos casos, necesitan concentrar varios locales colindantes en uno. Esto es lo que se está haciendo en la segunda planta de las céntricas galerías Roma, que en las próximas semanas sufrirán un lavado de imagen motivado por la irrupción de varios negocios chinos que ocuparán la mayoría de los locales allí vacíos. Lo mismo ocurrirá en las galerías comerciales de A Ponte, que resurgirán de su ya larga inactividad de la mano de los comerciantes orientales. También es paradigmático el caso del antiguo depósito de vehículos en la zona de As Camelias, que ha sido reconvertido en un negocio de 'ropa, bolsos, zapatos, regalos, ferretería, limpieza, etc', como reza en el propio cartel que ya luce en su entrada principal.

Esta nueva oleada de aperturas está suponiendo un balón de oxígeno para el mercado de alquileres, más aún, cuando los propietarios coinciden en reconocer que pagan 'puntualmente'. Sin embargo, los pequeños comerciantes han lanzado la voz de alarma sobre las supuestas 'irregularidades' de horarios que cometen estos establecimientos y la 'permisividad' de las administraciones, según advierte el presidente de la Federación de Comercio de Ourense, Aurelio Gómez Villar.


IGUALDAD DE CONDICIONES

Esta misma semana, los comerciantes agrupados en el Centro Comercial Aberto 'Ourense-Centro' alertaban sobre el 'incumplimiento sistemático' de la normativa vigente, sobre todo, en materia de horarios. Su exigencia se basa en que compitan en igualdad de condiciones. 'No nos oponemos a la aparición de estos establecimientos, sino que incluso los apoyamos porque dinamizan los alquileres de la ciudad, lo que pedimos es que cumplan la normativa como todos', aclaraba el presidente del centro, Emilio González.

De hecho, la legislación sólo permite libertad de horarios, para poder abrir domingos y festivos, a los negocios situados en locales de menos de 150 metros cuadrados de sala de ventas. El presidente de la Federación de Comercio pone en entredicho que todos los establecimientos de origen chino -por lo general, la mayoría de ellos superan con creces esta cifra- respeten esta norma. Lo que pasa, añade, es que 'las autoridades laborales no están vigilando como deberían el cumplimiento estricto de la legislación'.

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