Aunque el nivel del río Miño a su paso por la ciudad continuaba ayer muy bajo, desde el Concello se aseguraba que 'ahora mismo el abastecimiento está asegurado, puesto que el caudal ecológico del río, que garantiza el abastecimiento (25 metros cúbicos por segundo) se mantiene', explicaba ayer la responsable municipal de Aguas, Áurea Soto. Según ella, por el momento no hay motivo de alarma aunque, lógicamente, de continuar la sequía sí podría haber problemas.
En todo caso, la concejala recomendaba 'cautela y que se consuma (agua) lo menos posible. Siempre es necesario ahorrar', afirmaba. El Concello está en contacto con la Confederación Hidrográfica para conocer en todo momento cuál es la situación del Miño, que en los últimos días ha visto descender notablemente su nivel tanto por la escasez de lluvias -que están afectando a prácticamente todos los ríos de la provincia- como por las obras que Gas Natural Fenosa realiza en los embalses de Os Peares y Belesar.
Con todo, el caudal del Miño en Ourense no bajó ayer de los 36 metros cúbicos por segundo, por lo tanto muy por encima del caudal ecológico. La captación para el abastecimiento de la ciudad se realiza en el Miño todos los veranos, debido a la escasez de agua del embalse de Cachamuíña. De hecho, en los últimos datos ofrecidos por Augas de Galicia, esta presa se encontraba al 6% de su capacidad.
Por otro lado, fuentes de Gas Natural Fenosa confirmaban que la central de Velle está liberando todo el agua que llega, dada la escasez de lluvias. Una situación que ha provocado que muchos ourensanos descubrieran en los últimos días la riqueza termal que ofrecían tradicionalmente las orillas del Miño y que quedaron anegadas en su día con la construcción del embalse de Velle, que, curiosamente, en invierno provoca la inundación de las termas públicas.
Con todo, el caudal del Miño en Ourense no bajó ayer de los 36 metros cúbicos por segundo, por lo tanto muy por encima del caudal ecológico. La captación para el abastecimiento de la ciudad se realiza en el Miño todos los veranos, debido a la escasez de agua del embalse de Cachamuíña. De hecho, en los últimos datos ofrecidos por Augas de Galicia, esta presa se encontraba al 6% de su capacidad.
Por otro lado, fuentes de Gas Natural Fenosa confirmaban que la central de Velle está liberando todo el agua que llega, dada la escasez de lluvias. Una situación que ha provocado que muchos ourensanos descubrieran en los últimos días la riqueza termal que ofrecían tradicionalmente las orillas del Miño y que quedaron anegadas en su día con la construcción del embalse de Velle, que, curiosamente, en invierno provoca la inundación de las termas públicas.
