El transporte escolar compartido amplió ayer su número de rutas con 57 nuevos trayectos, distribuidos en 18 municipios de las provincias de A Coruña, Ourense y Pontevedra, de los que 16 son de nueva incorporación y otros dos (Laza y Trives) amplían las rutas ya establecidas.
En la provincia, además de estos dos municipios que ya disponían de este tipo de transporte, se incorporan cinco nuevos, que son los de A Bola, Gomesende, Muíños, O Barco de Valdeorras y Verea. Mientras, en la provincia de A Coruña son un total de cinco los municipios que se incorporan a este servicio: Cerceda, Coristanco, Toques, Melide y Touro; y en la de Pontevedra son seis los que se incorporan: Meis, Mondariz, Salvaterra de Miño, Campolameiro, Lalín y Portas.
Con esta nueva ampliación, en toda Galicia están implantadas un total de 354 rutas de transporte compartido y son 93 los municipios que están incluidos en este programa que tuvo su inicio en marzo de 2006, por el que, progresivamente, se seguirán incorporando nuevas rutas. De esta forma, los adultos pueden utilizar las líneas de transporte escolar siempre y cuando haya plazas vacantes en los autobuses y pagando un euro por viaje.
Polémica
Aunque la iniciativa de este tipo de transporte comenzó con polémica porque algunos padres no estaban de acuerdo con la medida, ha sido considerado muy positivo por los usuarios adultos, ya que les permite viajar desde sus puntos de residencia a los lugares en los que están ubicados los colegios e institutos -normalmente la capitalidad de la comarca- para realizar diferentes actividades, como comprar o ir al centro de salud. Precisamente el que los autobuses fueran utilizados por adultos que necesitaban ir al médico fue lo que provocó algunas reticencias iniciales, finalmente vencidas en su mayor parte.
Con esta nueva ampliación, en toda Galicia están implantadas un total de 354 rutas de transporte compartido y son 93 los municipios que están incluidos en este programa que tuvo su inicio en marzo de 2006, por el que, progresivamente, se seguirán incorporando nuevas rutas. De esta forma, los adultos pueden utilizar las líneas de transporte escolar siempre y cuando haya plazas vacantes en los autobuses y pagando un euro por viaje.
Polémica
Aunque la iniciativa de este tipo de transporte comenzó con polémica porque algunos padres no estaban de acuerdo con la medida, ha sido considerado muy positivo por los usuarios adultos, ya que les permite viajar desde sus puntos de residencia a los lugares en los que están ubicados los colegios e institutos -normalmente la capitalidad de la comarca- para realizar diferentes actividades, como comprar o ir al centro de salud. Precisamente el que los autobuses fueran utilizados por adultos que necesitaban ir al médico fue lo que provocó algunas reticencias iniciales, finalmente vencidas en su mayor parte.
