La pasarela peatonal de Oira ya está lista para ser utilizada. La empresa Tragsa acaba de finalizar los trabajos, con la retirada de las dos escolleras que construyó en ambas márgenes del río para la cimentación e instalación de los mástiles que sujetan la plataforma sobre el cauce del río. Los trabajadores también ya adecentaron y ajardinaron el entorno.
La pasarela, que requirió un presupuesto de 1.900.000 euros, que aportó el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino a través de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, une 14 kilómetros de sendas peatonales a lo largo del cauce del río, las que separan las pozas termales públicas Outariz (donde hay otra pasarela) y las piscinas municipales de Oira.
La nueva pasarela es de tipo atirantado, con un tablero de hierro y madera que es sostenido por stirantes de acero, sujetos a dos mástiles de unos 40 metros de altura. La distancia entre las cimentaciones de los mástiles es de 110 metros.
Su estructura, según el organismo de cuenca, permite salvar el río sin interferencias en el cauce al no llevar apoyos intermedios. Los dos mástiles a los que fueron cosidos los tirantes de acero que sujetan la plataforma fueron construidos en sendas orillas del río. La obra atrae estos días a numerosos curiosos, aunque varias señales impiden utilizarla.
La nueva pasarela es de tipo atirantado, con un tablero de hierro y madera que es sostenido por stirantes de acero, sujetos a dos mástiles de unos 40 metros de altura. La distancia entre las cimentaciones de los mástiles es de 110 metros.
Su estructura, según el organismo de cuenca, permite salvar el río sin interferencias en el cauce al no llevar apoyos intermedios. Los dos mástiles a los que fueron cosidos los tirantes de acero que sujetan la plataforma fueron construidos en sendas orillas del río. La obra atrae estos días a numerosos curiosos, aunque varias señales impiden utilizarla.
