El Juzgado de lo Penal número uno de Ourense condenó ayer, mediante una sentencia de conformidad, a Roberto P., a quien el Ministerio Público imputó un delito de atentado y cinco faltas de lesiones por agredir a tres guardias civiles, a un revisor de tren y a un médico.
El procesado, que aceptó seis meses de prisión por el delito y una multa de 30 días a razón de tres euros diarios por cada falta, reconoció ayer los hechos que le atribuía el fiscal, ocurridos el 21 de diciembre del 2009. Ese día, sobre las 22.30 horas, el encausado viajaba en un vagón de un tren que efectuaba el recorrido Ourense-Santiago. El revisor del mismo, J.R.R.R., a la altura de la estación de O Carballiño, invitó al acusado a que se bajara del convoy dado que estaba alterando el orden y molestando al resto de los pasajeros. Entonces, el procesado arremetió contra J.R.R.R. empujándolo contra la pared y tirándolo al suelo. En la agresión, la máquina expendedora de billetes que portaba el empleado del medio de transporte sufrió daños por valor de 76 euros. Ese mismo día, el encausado fue detenido por la Guardia Civil en la calle 25 de O Carballiño. Cuando los agentes trataron de reducirlo para llevarlo a dependencias policiales, Roberto P. propinó una patada a un agente.
La agresividad del procesado no cesó entonces. Una vez que lo trasladaron a la Comisaría, golpeó de nuevo a otros dos agentes, dándole una patada a uno en la mano izquierda y al otro en la pierna derecha. También agredió a M.A.P.F., una doctora que lo atendió. El fiscal, que pedía para él en un principio 18 meses de cárcel por el delito, le rebajó la pena por estar ebrio en el momento de los hechos y porque ya abonó 4.400 euros por ellos.
La agresividad del procesado no cesó entonces. Una vez que lo trasladaron a la Comisaría, golpeó de nuevo a otros dos agentes, dándole una patada a uno en la mano izquierda y al otro en la pierna derecha. También agredió a M.A.P.F., una doctora que lo atendió. El fiscal, que pedía para él en un principio 18 meses de cárcel por el delito, le rebajó la pena por estar ebrio en el momento de los hechos y porque ya abonó 4.400 euros por ellos.
