El Concello de Ourense acumula al menos 11.000 euros de multas desde enero por la caída de aguas residuales a los ríos

La Confederación del Miño ya suma este año 216 sanciones por vertidos

Restos sobre las rocas de un vertido al río Miño bajo el Puente del Milenio, en abril de este año. (Foto: M. ANGEL)
Más de 200 expedientes sancionadores -exactamente 216 hasta la semana pasada- han sido cursados por la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, que controla la salubridad de los ríos en la cuenca fluvial del Miño y el Limia, por lo que entra de lleno en la provincia de Ourense, exceptuando los de la comarca de Monterrei, que son competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Mientras, la Confederación del Duero, con responsabilidad sobre el río Támega, que discurre por la comarca de Monterrei, tampoco ha sancionado este año al Concello más poblado, Verín, pero los municipios de Oímbra y Monterrei sí que conocen la faceta sancionadora de este organismo de cuenca.

En realidad, el saneamiento de los ríos ha pasado a ser motivo de enfrentamiento entre los concellos que, aquejados por deudas, se ocupan poco de poner remedio a los reiterados vertidos de aguas residuales y fecales, y los organismos de cuenca, que sancionan de forma reiterada a las administraciones locales pero apenas invierten en mejoras que eviten futuros vertidos. Es una función de inspección que los regidores llaman recaudatoria, un calificativo que las confederaciones niegan aunque tampoco quieren facilitar la cuantía de las sanciones que imponen anualmente, precisamente para alejarse de ese supuesto afán recaudatorio.

Sin embargo, la Confederación del Miño presupuestó el año pasado en sus ingresos anuales una cifra cercana al millón de euros, 955.000 exactamente (hay que precisar que inspecciona concellos de Ourense, Pontevedra, A Coruña, Lugo y Castilla-León), por recargos y multas, lo que da idea de la cuantía que esta función tiene en ese organismo, que manejó ese año 82 millones de euros de presupuesto. De los más de 200 expedientes abiertos por este organismo, la mayor parte corresponden a vertidos (76), seguidos muy de cerca de los casos correspondientes a obras próximas a los cauces, que vierten restos de su actividad en el mismo (56) y derivaciones (38) de cauces fluviales, correspondiendo el resto de expedientes a otras vías de contaminación de los ríos (46).

En cuanto a la cuantía de las sanciones, algunas de las más elevadas se registraron este año en el Concello de Ourense, entre ellas la impuesta el pasado 25 de octubre, de 3.622 euros por un vertido de aguas fecales que se registró el día 10 de junio de 2011 en el cauce del río Loña.

Algunos meses antes, el 27 de junio de este mismo año, el Concello de Ourense recibía otra importante sanción, de 6.700 euros, por los vertidos de aguas residuales al río Miño en la inmediaciones del Puente Nuevo, procedentes de una tubería rota de saneamiento.

Pero también han sido importantes las sanciones recibidas en otros puntos de la provincia. En los dos últimos años, la Confederación Hidrográfica do Miño le ha impuesto multas por importe de 24.000 euros al Concello carballiñés, como consecuencia de los vertidos localizados en el entorno de Ponte Veiga, que afectaban al paseo del Arenteiro, y contaminaban el río. Este vertido ya ha sido controlado por el Concello con la adjudicación de las obras para sustituir las tuberías y arreglar las deficiencias de la red. Ahora, todavía queda pendiente la fosa séptica de Arcos, que desborda al Arenteiro.

En cuanto a la Confederación Hidrográfica del Duero, no ha emitido ningún expediente sancionador en lo que va de año en la comarca de Monterrei -única zona de la provincia bajo su jurisdicción-, aunque entre 2007 y 2011 acumuló 8.400 euros en sanciones a los concellos de Oímbra, Verín y Monterrei.

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