Crisis del coronavirus

Controles a “medio gas" en la Raia

Dos guardias civiles controlan dos coches ayer en el paso fronterizo de Feces de Abaixo (Verín).
photo_camera Dos guardias civiles controlan dos coches ayer en el paso fronterizo de Feces de Abaixo (Verín).
El anuncio del cierre de la frontera con Portugal quedó ayer prácticamente sobre el papel. Los conductores podían transitar sin problemas. Solo una patrulla de la Guardia Civil impedía el paso  en la N-532, en Feces (Verín), hacia la provincia.

Los conductores  ourensanos no encontraron ayer ningún obstáculo para desplazarse a Portugal ni los portugueses para acudir a la provincia tras el anuncio en la tarde del domingo del cierre de la frontera para evitar la propagación del coronavirus.


En Feces de Abaixo (Verín), donde enlazan la autovía española A-75 con la portuguesa A-24 y las carreteras N-532 y la lusa N-103, solo una patrulla de la Guardia Civil impedía el paso a los conductores que circulaban por la nacional en dirección a la provincia. En dirección a Portugal, entre las 11,00 y las 12,30 horas, los conductores no encontraban ningún tipo de control o impedimento.


Y el control y trabajo realizado por la Guardia Civil, se aposentaron justo al lado del actual edificio de la Eurocidade -la antigua aduana- en cierta manera resultó infructuoso, dado que los conductores portugueses que eran obligados a dar la vuelta, podrían acceder a medio kilómetro de distancia, en Vila Verde da Raia a la autovía A-24 y continuar el viaje por la autovía A-75 en dirección a Verín y el resto de la provincia. En la vía de alta capacidad, tanto lusa como española se podía circular libremente. "El cierre se anunció hace poco tiempo y a medida que  avancen los días se pondrán en marcha medidas para impedir el paso de turistas", afirmaban en el Ministerio de Administración Interna luso, equivalente al de Interior en España.


El cierre de la frontera a causa de la situación de emergencia no afecta al tránsito de mercancías,  comercio, desplazamientos de trabajadores ni conductores que acrediten urgencias. Este fue el caso de un conductor luso que a media mañana de ayer aseguraba, al ser parado por la Guardia Civil en el control de Feces, que se desplazaba a Ourense porque tenía una cita  en el CHUO a causa de un tratamiento que estaba realizando. El conductor mostró los papeles a los agentes, que le permitieron continuar el viaje hacia Ourense.


Los dos pasos fronterizos de Feces de Abaixo son utilizados a diario una intensidad circulatoria de 750 vehículos, según fuentes de Tráfico. Pero no son los únicos, dado que también se puede acceder a Portugal a través de los municipios de A Mezquita, A Gudiña, Vilardevós, Oímbra, Cualedro, Baltar, Calvos de Radín, Lobios, Entrimo y Padrenda. Algunos de los municipios tiene hasta dos carreteras hacia el país vecino, pero todas ellas ayer apenas registraban tráfico. "No tenemos efectivos para establecer controles en todos los viales. La solución es cortarlos con vallas y dejar abierta solo la autovía para el tráfico de mercancías", aseguraban fuentes de la Guardia Nacional República lusa.


Los controles del lado portugués se realizaron de forma esporádica y en diferentes puntos. Los conductores, una vez en territorio portugués se encontraban con varios bares, restaurantes y comercios abiertos, al revés que en España.


El ministro de Administración Interna luso, Eduardo Cabrita, anunciaba en la tarde de ayer que a las 23,00 horas -medianoche  en España- se cerraban todos los pasos fronterizos, quedando solo abierto, en lo que afecta a la provincia de Ourense, el de Feces de Abaixo (Verín). Habrá controles en ambos sentidos.

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