Copasa emplea a 250 trabajadores para mantener el AVE en Arabia

La construcción del tren de alta velocidad en Arabia Saudí, entre las ciudades de La Meca y Medina, fue un desafío para el consorcio español ganador del concurso. Su mantenimiento lo sigue siendo, como atestigua el esfuerzo que realiza la constructora ourensana Copasa, segunda empresa después de Talgo en el conglomerado de doce compañías que ganaron el macrocontrato árabe y del que a Copasa le corresponden 640 millones de euros, 275 por mantenimiento. La constructora ourensana presidida por José Luis Suárez ha echado raíces en tierras saudíes. No le ha quedado otro remedio: se ocupará con Imathia del mantenimiento de la vía hasta el año 2032. Ello comporta un esfuerzo notable ya que, según datos de la compañía, hay que movilizar 250 trabajadores para mantener los 307 de los 449 kilómetros de doble vía del tendido ferroviario. Copasa cuenta con dos bases de mantenimiento en la línea y una oficina central en la ciudad de Jeddah. El despliegue está compuesto por 75 trabajadores expatriados (equipo directivo y personal técnico, administrativo, maquinistas de maquinaria pesada de vía y operarios cualificados de vía). Ocho de ellos tienen además a su familia con ellos viviendo en la ciudad de Jeddah. Hay 150 trabajadores de diferentes nacionalidades, principalmente de Pakistán, Egipto, Filipinas, India o Sri Lanka. Una parte (sobre todo egipcios) son técnicos que están en formación para que en un futuro puedan realizar las funciones del personal expatriado. Otro contingente de 25 trabajadores son saudíes, que entran dentro del compromiso de contratación de empleados locales. Y, por supuesto, en ese crisol laboral hay presencia gallega y ourensana en particular: una veintena de paisanos de las cuatro provincias, la mayoría ourensanos. Al frente del operativo, Jaime Díaz Sancho —que ya dirigió la fase de obra—, un valenciano con más acento ourensano que levantino. Las rutinas ¿Cómo desarrollan su trabajo allí? La mayoría viven en los campamentos de las bases de montaje, en casetas prefabricadas, con niveles aceptables de confort, pero poco más. Las tareas de mantenimiento hay que hacerlas por la noche, momento en el que no hay circulación de trenes comerciales por la vía. Pero, sobre todo, hay que adaptarse a una realidad cultural e idiomática muy heterogénea. Aquello es una torre de Babel y hasta Copasa reconoce "problemas iniciales" en la coordinación del operativo, pero "ya han sido superados", matiza. Mezcla de idiomas, escasa implantación del inglés o la complejidad de coordinar labores muy diversas ponen a prueba al personal. Eso puertas adentro; puertas afuera, hay que reforzar la seguridad para impedir el robo de material y, sobre todo, garantizar la seguridad de la línea. Las costumbres de los pastores locales han sido otra piedra en el camino ya que el AVE no les ha impedido la pretensión de que por la zona pasen camellos, cabras o burros, llegando a cortar la valla que protege la vía. Ese riesgo hoy "prácticamente se ha erradicado", aclara la compañía. Las labores ¿Qué trabajos tiene en la actualidad Copasa en la zona? Realiza inspecciones visuales para determinar el estado de la infraestructura, pero también auscultaciones mensuales mediante un tren comercial que incorpora equipamiento imprescindible para el mantenimiento de la geometría de la vía. Una auscultación ultrasónica del carril permite detectar también los defectos internos del carril. Realiza además tareas de mantenimiento preventivo y correctivo de todo el tendido ferroviario. Uno de los hitos que ha tenido que resolver ha sido la eliminación de la arena sobre el tendido de vía. Lo ha conseguido mediante una bateadora que incorpora una máquina de soplado de arena que elimina la misma a su paso. Para las laboras de mantenimiento de toda la red asignada Copasa cuenta con dos bases (una en el punto kilométrico 63 y otra en el 192) para mantener hasta el 2032 los 307 de los 449 Kilómetros de doble vía que tiene la línea, incluyendo también el Ramal del aeropuerto, de 6,5 Kilómetros de vía doble. Desde las dos bases también se mantienen las vías y desvíos de cuatro de las cinco estaciones de la línea: Meca, Jeddah, KAIA (King Abdullah International Airport) y KAEC (King Abdullah Economic City, el distrito financiero). La línea de alta velocidad de Arabia Saudí lleva desde el 18 de octubre del 2018 en funcionamiento y hasta la crisis del Covid-19 se habían alcanzado altos ratios de puntualidad y fiabilidad, "algo nada fácil a la hora de poner en marcha una infraestructura tan compleja", explican fuentes de Copasa. Los últimos datos, anteriores a la pandemia, refieren una ocupación media del 75 % (aprovechamiento global de las plazas de los trenes) y una puntualidad del 95%. Pero en el consorcio español del AVE saudí quedan retos por superar: que todas las empresas finalicen sus trabajos de construcción. Además, rematar las estaciones de Meca y Jeddah. Estas dos incidencias condicionan el inicio efectivo de la operación. Ahora se están manteniendo negociaciones para fijar la fecha de inicio y negociar compensaciones por reclamaciones pendientes. Más de 314 millones facturados, 9,7 de beneficio La constructora ourensana Copasa acaba de hacer públicos sus resultados del pasado ejercicio de 2019, entre los que se destaca una cifra de negocio de 314,12 millones de euros, lo que supone mejorar los 303,28 millones facturados en el 2018. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a los 43,14 millones, lo que supone un 21% más que 2018, mientras que el beneficio consolidado, después de impuestos, ha sido de 9,7 millones, mejorando también los 8,7 millones obtenidos en el 2018. Copasa mantiene una apuesta muy fuerte por el mercado internacional y la actividad exterior representó el 40% del importe neto de la cifra de negocio el ejercicio pasado. Por zonas geográficas, en Latinoamérica está el 22,86% de ese negocio, mientras que en Oriente Medio se sitúa el 16,26%. LOS PAÍSES Los países con mayor peso en los ingresos del pasado año fueron Arabia Saudí, con la emblemática obra del tren del desierto y el contrato de mantenimiento, que aportaron al balance del ejercicio un 16,26%, mientras que Uruguay incorporó el 12,86%. En las explicaciones sobre su actividad en el 2019 Copasa hace notar la puesta en marcha del proyecto de diseño, construcción y operación de Ruta 14 Centro Oeste, en Uruguay, de casi 300 kilómetros. Este contrato incluye la concesión durante 20 años y asciende a 463 millones de euros. Fuera de estos ejemplos, Copasa comienza a recoger sus frutos de una de sus más decididas apuestas en los últimos años, el mercado de Estados Unidos. De allí han llegado ya las primeras adjudicaciones: se trata de obras en dos autovías de Texas. En la cartera internacional también se incluyen obras en quince países, entre ellos Bolivia, Brasil, México o Polonia. AVE EN ESTADOS UNIDOS Copasa sigue estando muy atenta a alianzas estratégicas que le permitan acceder a obras de gran tamaño. Desde ese punto de vista forma parte con Acciona de uno de los dos grupos precalificados para la construcción del AVE de California, que será la primera línea de alta velocidad en servicio en Estados Unidos y que conectará San Francisco y Los Angeles, en una primera fase, con un presupuesto de 1.600 millones de dólares. Se espera que se adjudique este año y sobre ese contrato la compañía ourensana tiene puestas muchas esperanzas. MERCADO INTERNO Pese a que la cartera internacional es casi la mitad de la actividad de la empresa, la constructora no ha descuidado el mercado inrerior. En España desarrolla la construcción de la autovía de Sierra Nevada o la integración en León del tren de alta velocidad. En Galicia, lleva a cabo el acceso ferroviario al puerto exterior de Ferrol, actualmente en construcción. LOS SERVICIOS En la cartera de servicios, Copasa se ocupa de la gestión, recogida y transporte combinado por ferrocarril y carretera hasta la planta de Sogama de los residuos de los municipios gallegos, en alianza con Renfe. CARTERA CONTRATADA De acuerdo con los datos que maneja la compañía, a 31 de diciembre de 2019, el grupo tenía una cartera de obra contratada que alcanza los 1.874 millones de euros, frente a los 1.913 del 2018, con un 52% de contratación internacional. Por lo que respecta al empleo, el grupo Copasa tiene en la actualidad 1.381 trabajadores. México, el próximo contrato ferroviario El salto internacional sigue rindiendo sus frutos a la compañía constructora ourensana. Su cartera de obra se nutre desde hace varios ejercicios de operaciones conseguidas en otros países, a lo que ha contribuido su experiencia en la construcción de grandes infraestructuras. La última adjudicación que ha conseguido, a través de su filial Caltia, y en UTE con una empresa mexicana, es el llamado ferrocarril del Istmo, que atraviesa México para crear un acceso ferroviario a los puertos de Salina Cruz y Coatzacoal, que permita comunicar el continente con la costa oeste de Estados Unidos. De acuerdo con la referencia del contrato Copasa rehabilitará 146 kilómetros de vía y corregirá otros 56 kilómetros. El presupuesto es de 140 millones de euros que incorpora a su cifra de negocio la empresa ourensana. Según la información que divulgó el Gobierno de México, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec tiene asignada la vía férrea en una localización estratégica "y juega un papel fundamental para el desarrollo de la región", dice la fuente oficial. Es un detonador de la actividad económica e impulsa el desarrollo social de la zona.