Entrevista

Julio Ancochea: "El coronavirus aún tiene enigmas, a veces vuelves con impotencia a casa"

El doctor Julio Ancochea.
photo_camera El doctor Julio Ancochea. (Foto: Iván de los Riscos)
El ourensano es jefe del servicio de Neumología del Hospital La Princesa de Madrid

Nacer en Madrid fue un "accidente", ya que Julio Ancochea pasó su infancia entre Trives y Ourense con su familia hasta que se marchó a la capital española de nuevo a completar sus estudios y formarse en Medicina. Allí preside la Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y lidera el Servicio de Neumología del Hospital La Princesa, desde donde vive en primera persona la lucha contra el corona- virus en su faceta más agresiva.

Ancochea, como tantos otros sanitarios, se contagió de coronavirus hace días, y se recupera en ca- sa favorablemente. "Estoy bien, la verdad", asegura. Desde su domicilio sigue al frente del servicio, de forma telemática, aunque espera volver pronto a ponerse la bata. En la lucha sanitaria, explica, falta material de protección, pero sobra voluntad y solidaridad entre compañeros -"Nosotros somos mejores que tú o que yo. Aquí el efecto de unirnos, más que sumatorio, es multiplicativo"-.

¿Cómo lleva la enfermedad?

Llevo unos días en casa, castigado, mi mujer también. En fin, es lo que toca, los neumólogos somos especialistas muy expuestos, en primera línea de batalla, con la ventilación, las fonendoscopias... Pero bueno, estoy bien.Van pasando los días y más o menos estoy bien, ca-si sin clínica.

¿Se hace difícil estar en casa en estos momentos?

Llevo unos días y sufro mucho, lo que pasa es que, bueno, no dejas de trabajar. A las ocho de la mañana tenemos una sesión, yo ya antes recibo el informe de la guardia de Neumología, lo envío a la geren- cia, a la UCI y Anestesia, interactúo con ellos. En la sesión se me comentan los casos y al acabar establecemos un poco la estrategia y el reparto de funciones del día. Estamos haciendo jornada de mañana y tarde y hemos reforzado la guardia de Neumología. No paro, lo que pasa es que trabajo desde mi bibliotequilla y con mi ordenador. Además en una mañana recibes cientos de llamadas, de mensajes, de consultas, de pacientes, de amigos, de amigos de amigos, de autoridades sanitarias... Es un trabajo más frustrante, porque estás tú solo contigo mismo. Pero estoy sin clínica prácticamente y me incorporaré en seguida.

Parte de su plantilla también se ha infectado.

En el servicio de Neumología, diez personas han sido contagiadas por el COVID-19, lo que pasa es que hay algunos que ya se están incorporando después de haber cumplido las dos semanas.

¿Qué papel juega Neumología? 

Trabajamos muy coordinadamente con Cuidados Intensivos y con Reanimación, y estamos en íntima conexión con la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI). La Neumología se está convertiendo en una unidad de cuidados intermedios respiratorios, que crece día a día, donde tenemos pacientes semicríticos, sometidos a ventilación mecánica, enfermos extubados...

¿Su hospital ha cambiado la organización?

Los grandes hospitales de Madrid se están ucidizando, cada vez hay enfermos más graves, más com- plejos, y bueno, no solo son pacientes mayores o con morbilidades. El área sanitaria de La Princesa es un área de población envejecida, en pleno barrio de Salamanca, pero cada vez vemos más pacientes jóvenes y con síntomas más graves. Al principio empezó siendo un trabajo de mucha presión en Urgencias, se llegó a desbordar con pacientes positivos, pero progre- sivamente hemos pasado de eso a pacientes más graves.

En La Princesa, ¿cuántos profesionales trabajan solo en coronavirus?

En la actualidad, de las 500 camas de nuestro hospital, el 95% son pacientes COVID-19. Ha sido emocionante la respuesta de otros servicios, ya que casi no hay ciru- gía programada y muchos de los servicios quirúrgicos se están in- tegrando en los equipos COVID. De estos ya tenemos 40, integra- dos por un adjunto, un residente mayor y uno menor, pero de distintas especialidades, liderado por Neumología y Medicina Interna. Estamos observando cómo la gente es solidaria y generosa en una si- tuación tan difícil. A veces, aunque a determinadas especialidades les falta la experiencia suficiente en el manejo clínico, pueden realizar otras labores que son importantes, como la humanización, comunica- ción con los familiares, funciones administrativas...

La enfermedad está poniendo a prueba a los sanitarios.

Estamos felices de ser médicos y celebramos que cada vez damos más altas, que cada vez más en- fermos críticos salen adelante, pero al mismo tiempo nos venimos a casa a veces con una sensación tremenda de impotencia. Es una enfermedad que todavía tiene muchos enigmas.

La colaboración es clave.

Esta pandemia está poniendo a prueba esa capacidad de ser más humanos, de entender la medicina no solo como ciencia sino también como arte, compromiso y sentimiento. Lloras con los pacientes, lloramos juntos con los familiares, algunos de los pacientes graves son compañeros tuyos del hospital, amigos, compañeros de residencia. Ayer casi hacemos una fiesta porque un reumatólogo amigo de toda la vida por fin salió de la UCI, donde estuvo muy grave.

¿Y la solidaridad?

Una de mis mayores satisfacciones es haber conseguido que varias empresas aportasen material, porque había un déficit tremendo. Ha habido momentos en que los profesionales prácticamente no te- nían equipos de protección, incluso eran rudimentarios. Conseguir estas cosas es muy importante, de la misma forma que hemos gestionado la obtención de una serie de dispositivos de los que carecíamos.

En cuanto a la medicación, ¿en qué punto están las investigaciones?

En nuestro hospital estamos coliderando varios proyectos de investigación con nuestros inmunólogos, con nuevas moléculas, terapias biológicas, incluso con células madres, pero esos estudios necesitan ser validados, llevan su tiempo. Alguna de estas moléculas ya las estamos utilizando en de- terminados pacientes y tenemos la sensación de que son eficaces.

¿Cómo ve Galicia?

Yo creo que Galicia, en términos generales, está más preparada. En varios proyectos de investigación que hemos diseñado, colaboraremos con el Álvaro Cunqueiro y el Lucus Augusti. Los proyectos que surgen de gallegos fuera de Galicia siempre pasan por Galicia, tiene que ser así.

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