Aunque no haya hablado de plazos, El Corte Inglés quiere que la urbanización de su parcela en la Finca Santamarina empiece en cuestión de meses, tan pronto como sea posible una vez entre en vigor la ordenanza urbanística provisional que la Xunta pretende aprobar a finales de este mes y las obras estén contratadas.
Esa es, al menos, la impresión que ayer trasladó a los otros miembros de la junta de compensación de esa área de reparto -de la que también forman parte el Concello, la Diputación y Flager- en la asamblea en la que se abordó el inicio del proceso para contratar los trabajos de urbanización de la finca.
El acuerdo al que llegó la junta es el de retomar las ofertas que habían presentado ya hace más de un año una decena de empresas e instar a éstas a que las actualicen (con un plazo de hasta el 30 de septiembre) aunque el representante legal de Flager, Francisco Castro, explicaba que 'ya entonces habíamos hecho una selección, por lo que posiblemente estudiaremos con detalle tres o cuatro presupuestos'. El objetivo es que a lo largo del próximo octubre se realicen reuniones de trabajo con el propósito de contratar las obras, que tienen un coste que superan los 15 millones de euros y un plazo estimado de ejecución de casi dos años, aunque Castro considera que puede variar.
Y es que, según el acuerdo de ayer, la contratación de la empresa tendrá como objetivo la urbanización de toda la finca, a pesar de que se había acordado realizarla por fases, decisión que la Diputación mantiene recurrida ante la Justicia al considerar que la división en etapas de los trabajos perjudica sus intereses, ya que la urbanización de sus parcelas se enmarca en la segunda y tercera fases. El gerente de la sociedad urbanística de la institución provincial (Urbaourense), José Jesús Cudeiro, confiaba en que se llegue a un acuerdo para que se puedan simultanear obras de esa primera fase con las de las de segunda y tercera, si bien cómo se ejecutarán los trabajos todavía no está del todo definido.
Tampoco se acordó ayer quién abonará el aval de las obras de urbanización. El Corte Inglés planteaba inicialmente que el pago corresponde a la junta de compensación aunque la Diputación defiende que lo tiene que pagar el que solicite la licencia para ejecutar sus proyectos.
El acuerdo al que llegó la junta es el de retomar las ofertas que habían presentado ya hace más de un año una decena de empresas e instar a éstas a que las actualicen (con un plazo de hasta el 30 de septiembre) aunque el representante legal de Flager, Francisco Castro, explicaba que 'ya entonces habíamos hecho una selección, por lo que posiblemente estudiaremos con detalle tres o cuatro presupuestos'. El objetivo es que a lo largo del próximo octubre se realicen reuniones de trabajo con el propósito de contratar las obras, que tienen un coste que superan los 15 millones de euros y un plazo estimado de ejecución de casi dos años, aunque Castro considera que puede variar.
Y es que, según el acuerdo de ayer, la contratación de la empresa tendrá como objetivo la urbanización de toda la finca, a pesar de que se había acordado realizarla por fases, decisión que la Diputación mantiene recurrida ante la Justicia al considerar que la división en etapas de los trabajos perjudica sus intereses, ya que la urbanización de sus parcelas se enmarca en la segunda y tercera fases. El gerente de la sociedad urbanística de la institución provincial (Urbaourense), José Jesús Cudeiro, confiaba en que se llegue a un acuerdo para que se puedan simultanear obras de esa primera fase con las de las de segunda y tercera, si bien cómo se ejecutarán los trabajos todavía no está del todo definido.
Tampoco se acordó ayer quién abonará el aval de las obras de urbanización. El Corte Inglés planteaba inicialmente que el pago corresponde a la junta de compensación aunque la Diputación defiende que lo tiene que pagar el que solicite la licencia para ejecutar sus proyectos.
