La de Ourense será la sexta área de Galicia en la que se implante el transporte metropolitano, uniéndose a A Coruña, Santiago, Ferrol y Lugo, ciudades a las que llegó en 2011, y Vigo, que se sumó el pasado año.
La de Ourense será la sexta área de Galicia en la que se implante el transporte metropolitano, uniéndose a A Coruña, Santiago, Ferrol y Lugo, ciudades a las que llegó en 2011, y Vigo, que se sumó el pasado año. La activación del plan se realizó en todas estas zonas con el "modus operandi" que se está siguiendo en Ourense, aplicando únicamente una mejora en la política tarifaria en los viajes de los usuarios, sin entrar en cuestiones técnicas, lo que permite que todas estas áreas, a excepción de Vigo, hayan disfrutado de descuentos desde hace cinco años, a diferencia de lo ocurrido en Ourense, cuya entrada se ha ido dilatando por el problema de los intercambiadores.
El acuerdo fue posible incluso entre gobiernos de distinto color político, como en el caso de Lugo, donde era alcalde el socialista José López Orozco, reinando siempre la colaboración para la entrada en vigor del plan, que no incluyó ni mejora de las frecuencias ni la instalación de intercambiadores.
En el caso de A Coruña, cinco años después, sí se están buscando soluciones para que los autobuses interurbanos puedan penetrar en el centro de la ciudad, aunque hasta la fecha las rutas se mantienen sin cambios. Hace unos días, la Consellería de Infraestruturas enviaba a los concellos un plan de integración de los diferentes itinerarios, con el objetivo de aprobarlo a lo largo de este año, aunque todavía tendrá que negociar con el gobierno de la ciudad herculina.
Vigo y Pontevedra
En el área de Vigo, las discrepancias entre Concello y Xunta también se mantuvieron durante bastantes años en esta materia, lo que motivó que su incorporación al plan no llegase hasta 2015, aunque sin el transporte urbano de la ciudad olívica, que sí se sumará este año.
Con la incorporación de Ourense, de las siete ciudades gallegas solo quedaría pendiente la entrada de Pontevedra, que también se ha ido demorando por discrepancia entre gobierno local y Xunta.
