Las treinta toneladas de la escultura Nexus VI, en la glorieta de Os Remedios, tienen un elemento añadido que sorprende a los viandantes por el peligro y la falta de sensibilidad con la obra. Uno de los brazos de la figura–un torso masculino con el puño en alto–, está rodeado de cableado que conecta directamente con una farola a varios metros de la rotonda. Xosé Lois Carreira, el escultor limiano que realizó esta obra en 2002 representando un "sexto ponte virtual de Ourense", se muestra "sorprendido" y "molesto" por la noticia de la que no tenía constancia. "Hai unha falla total de profesionalidade e sensibilidade e falta de respecto polo noso patrimonio cultural", explica.
El descuido de las administraciones públicas con las obras que dan lustre a la ciudad es una vieja demanda social, también de los autores que ven cómo la inoperancia política deja morir sus esculturas.
Un peligro de 30 toneladas
Xosé Lois Carreira espera la reacción de las instituciones para que "se arranxe canto antes, é a primeira vez que pasa algo así nos 18 anos que leva instalada". Apunta igualmente al peligro del "cable amarrado de mala maneira" en la escultura de granito que puede causar algún imprevisto "se cae nalgún coche".
El Carrabouxo, maltratado
De desatención a su obra sabe también el humorista gráfico Xosé Lois O Carrabouxo. Su personaje, que tira a diario de retranca en La Región, descansa en el parque de San Lázaro con pintadas, carteles y rodeado de terrazas de cafeterías. "Pois é unha pena como está tratado, atosigado por dúas terrazas de cafeterías. Están conculcando o meu dereito de autor, que é produto da miña creación, teño dereito a telo dignamente", explica el humorista. "Teño manifestado a miña hostilidade aos alcaldes, pero sempre volven ás andadas… Estou descontento de todo. Teño dereito a que o monumento esté dignamente e ben coidado, hai que darlle solución e reivindico con todo fervor que as autoridades o protexan un pouco máis", añade.
La figura del Carrabouxo sufrió el ataque de los vándalos y en dos ocasiones se tiró al suelo. "Agora reforzáronselle as pernas, pero ten que estar mellor coidado", cuenta el creador.
"Mobiliario urbano"
El escultor Acisclo Manzano, miembro referencial de la generación de Os Artistiñas, lleva años con una reivindicación. "Quiero retirar todas mis esculturas de la calle porque la Xunta las declara como mobiliario urbano. Yo no quiero que mi escultura sea una silla o una mesa. Quiero que todo el 'mobiliario urbano' de Ourense, incluido el mío, se mande al monte", explicó en una entrevista.
El Posío, pendiente de su reforma integral, deja en segundo plano a las dos esculturas del parque: la dedicada a Xavier Prado Lameiro y la de Valentín Lamas Carvajal, ubicadas en el descuidado pulmón verde y llenas de verdín.
La primera escultura que se levantó en la ciudad, la del Padre Feijóo en los jardines que llevan su nombre, otro ejemplo del maltrato al patrimonio cultural.
