La crecida del Miño volvió a cerrar las termas públicas y cortar paseos

Carretera de Calvos, sin el puente, arrastradi por el río.
El temporal de agua y viento obligó a la Concejalía de Termalismo de la ciudad a cerrar las pozas termales de A Chavasqueira, Outariz y Muíño das Veigas. La titular del departamento, Ana Garza, cerró las instalaciones ante el temor de que el nivel del río Miño continúe creciendo y pueda arrastrar a los bañistas.
El río, a su paso por la ciudad, discurría ayer desbordado, anegando de nuevo las piscinas de Oira y los paseos que hay en sus riberas, que fueron cortados por la Policía Local y Protección Civil. “El río lleva mucha agua, dado que aumentó considerablemente el nivel del Sil, que es el que arrastra más caudal”, afirmó el comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica, Xoán Nóvoa.

La lluvia caída de madrugada, 45 litros por metro cuadrado durante una hora en la ciudad, obligó a los responsables del embalse de Velle a abrir, sobre las 08.00 horas, las compuertas y liberar 1.500 metros cúbicos por segundo. La presa está al límite de su capacidad y Protección Civil se mantiene la alerta ante posibles inundaciones de propiedades privadas en ambas márgenes del río. El cauce del Miño se elevó en ocho metros, obligando también a la Policía Local a permanecer atenta ante la posibilidad de que el nivel del agua alcance la carretera N-120, que discurre paralela al cauce.

Pero el temporal no sólo elevó el nivel del río Miño. Los bomberos, Protección Civil y las distintas policías locales, además de la Guardia Civil, tuvieron ayer una jornada intensa.

En la ciudad, bomberos y policías locales retiraron la cornisa de un inmueble en la calle Luis Trabazos, al amenazar con desprenderse debido al viento. También tuvieron que retirar árboles que cayeron en el Campus, en la N-120 y sobre la vía férrea, en Untes. La caída de árboles y los desprendimientos fueron constantes a lo largo de la jornada en en el casco urbano ourensano y alrededores.
El viento derribó ayer un total de 110 árboles, mayoritariamente pinos y robles, sobre las carreteras de la provincia, en las que, además, se registraron 20 desprendimientos de terreno, los más significativos en la OU-533 (A Rúa-Viana), OU-536 (Ourense-Trives) y la N-120, en A Veiga da Cascalla (Rubiá).

El vendaval también arrastró vallas, tiró contenedores y levantó uralitas.

HERIDA

Una menor de Carballiño, de 14 años, resultó herida al alcanzarla una uralita que se desplomó desde el tejado de un inmueble en la calle Juan Corral Paxariño. La joven caminaba por la acera cuando le cayó la uralita en la cabeza, ocasionándole un corte que requirió seis puntos de sutura. La caída de parte de un tejado sobre un tenido eléctrico en Vilanova (O Barco) dejó a esta localidad sin suministro. También estuvieron sin luz los vecinos de A Granxa (Castrelo de Miño) por la caída de un pino. Las brigadas de Fenosa trabajaban ayer para restablecer el servicio. n

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