Cristina Pérez Melón: "El trasplante renal permite hacer una vida totalmente normal"

La Sociedad Gallega de Nefrología celebrará su noveno congreso en la ciudad. Será este viernes y sábado en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. Acudirán expertos en la materia procedentes de toda la geografía gallega, así como de otros puntos de España. Cristina Pérez, jefa de servicio en el CHUO, es la presidenta del comité organizador. En la cita se tratarán diversos asuntos, como la comunicación con el paciente en el tratamiento de las enfermedades renales, que cada vez se extienden más. La nutrición será uno de los temas, juega un papel clave. Es un aspecto básico. El manejo nutricional puede tener unas importantes consecuencias clínicas en el paciente renal. Es importante un manejo estricto. La doctora María Teresa Fernández ha realizado un protocolo de cómo sería el manejo de la enfermedad renal crónica, en cada etapa de la enfermedad y según las características propias de cada paciente. Es muy importante que haya un manejo nutricional en todo paciente nefrológico. También va a participar, en las estrategias de comunicación con el paciente renal, la psicóloga del centro, Nuria Seijas, y también Alberto Fidalgo. Son muy importantes estas estrategias de comunicación en una enfermedad que tiene una trayectoria muy larga. Cada vez es más relevante la toma de decisiones conjuntas con el paciente, es clave hacerle partícipe de su enfermedad y que las decisiones que se tomen estén de acuerdo con su estilo de vida. ¿Cómo afronta un paciente la comunicación de que sufre una insuficiencia renal? Pasa por muchas etapas desde el diagnóstico. En la primera fase, cuando le dices al paciente que necesita una terapia renal sustitutiva, es una primera fase de negación. Es una decisión muy dura. Luego, las cosas han cambiado mucho. Una vez que se inicia, normalmente no es tan dura como se espera. Siempre se le explica que existe la posibilidad de un trasplante renal, en los casos que son susceptibles. Son momentos delicados, en los que cada paciente lo afronta en función de su estilo de vida y de sus características individuales. El psicólogo tiene un papel muy importante. ¿Es posible hacer vida normal? Sí, existen muchas opciones: la diálisis en domicilio; la diálisis hospitalaria, que ha mejorado en la medida de lo posible, y luego la opción del trasplante renal que, obviamente, es la mejor opción y permite una vida rigurosamente normal, con las características de cada uno. El CHUO participa en varias investigaciones. El CHUO está participando en proyectos a nivel general: un proyecto genético de Galicia en las patologías glomerulares, estudios de hipertensión… Y ahora, la genética es, quizás, un avance importante en el que cada día se realizan nuevos descubrimientos. El CHUO tiene una consulta de enfermedades renales hereditarias que se ha iniciado hace poco y se está haciendo un trabajo importante con el NefroCHUS, en Santiago. ¿Son más comunes las enfermedades renales crónicas? En el estudio EPIRCE, que es de hace años, la incidencia era de un 10%. Pero en los últimos, esta incidencia es mucho mayor y está llegando hasta un 16% o un 17%. En este momento, en la provincia de Ourense y en terapia renal sustitutiva tendremos, más o menos, entre 50 y 60 pacientes en diálisis peritoneal, y cerca de 200 en hemodiálisis. Está creciendo la incidencia. En Ourense tenemos una población muy envejecida. La incidencia está aumentando, y también a nivel global. De hecho, las predicciones son de un aumento progresivo de la enfermedad renal crónica. La Xunta prohibirá las bebidas energéticas para menores. ¿Son una preocupación para los nefrólogos? Evidentemente. Unos hábitos alimenticios saludables son fundamentales, no solo para esta patología, sino para muchas otras. Prevenir la obesidad es también un objetivo, el cese de hábitos tóxicos y una alimentación saludable es esencial en este tipo de patologías. Es muy importante que exista una recomendación y una educación a toda la población acerca de los hábitos, con vistas a prevenir este tipo de patologías crónicas.