Las estafas a los párrocos de la provincia de Ourense no se detienen, el Juzgado Penal 2 Ourense sentará en el banquillo en los próximos meses a Felicísima Inmaculada B.F., de 43 años, por supuestamente chantajear a un párroco y profesor de un Instituto de Secundaria de Ourense. El fiscal asegura que la inculpada consiguió casi 10.000 euros del denunciante porque solo había una alternativa: o le daba el dinero o difundiría fotografías y detalles de sus encuentros sexuales. Incluso, asegura la acusación pública, lo amenazó con difundir un vídeo de contenido sexual. Ambos tenían una relación de confianza y amistad y le solía dar dinero de forma voluntaria. Pero llegó un momento en que cerró el grifo porque ya no podía ayudarla más. Las peticiones de dinero era continuas y excesivas.
Además, la presión a la que fue sometido dio una vuelta de tuerca cuando la acusada llamó al Obispado de Ourense con la intención de ponerse en contacto con el perjudicado así como a los institutos donde había dado clases el afectado, dando a entender que lo buscaba porque lo habían denunciado. A las redes sociales llegaron noticias del sacerdote de carácter sexual “no ciertas”, asegura el representante del ministerio público.
DIECIOCHO TRANSFERENCIAS
El presunto chantaje se produjo durante el mes de noviembre de 2019. Comenzó con mensajes de texto y wasaps en los que se le pedía dinero porque de lo contrario revelaría información sobre los encuentros sexuales mantenidos entre ambos. La víctima del chantaje entregó 9.5000 euros en 18 transferencias desde el 7 de noviembre hasta el día 27.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Trives instruyó la denuncia que llegará dentro de unos meses a juicio. El fiscal reclama una pena de tres años de cárcel por chantaje. El delito 171.2 del Código Penal castiga al que exige a otro una cantidad o recompensa bajo la amenaza de revelar o difundir hechos referentes a su vida privada o relaciones familiares que no sean públicamente conocidos y puedan afectar a su fama, crédito o interés. Incluye penas que se mueven en el abanico de los dos a cuatro años, si se consigue la entrega de todo o parte de lo exigido, y con la de cuatro meses a dos años, si el chantajista no lo logra.
En este caso, la acusación también solicita que el denunciante sea indemnizado con las cantidades que pagó por el chantaje, además del correspondiente interés legal.
