ENTREVISTA

Daniel Rodríguez: "Somos irresponsables y está en juego nuestra salud"

photo_camera Daniel Rodríguez.

El ourensano  acaba de publicar "Siéntete en forma", una guía de vida , sin tecnicismos, para comprender el funcionamiento de nuestro organismo.

El ourensano Daniel Rodríguez acaba de publicar "Siéntete en forma", una guía de vida , sin tecnicismos, para comprender el funcionamiento de nuestro organismo.

¿Por qué la aventura de escribir un libro?
Formaba parte de mi lista de cosas que hacer. Sin embargo, a raíz de mi enfermedad, esclerosis múltiple, me animé. Cuando me diagnosticaron la afección tenía 20 años y nadie, ni tan siquiera los médicos, me decían porqué me tocó a mi. Parecía que todo se debía a la casualidad pero, en realidad, todo sucede por alguna razón. 

¿Hasta qué punto influye la alimentación en nuestro estado de salud?
Actualmente existen ciertas enfermedades que no deberían existir y que aparecen por desajustes. Estoy hablando de la diabetes, artritis o la que padezco yo. El problema es que somos incapaces de aceptar que cometimos errores en nuestros hábitos de vida. Es muy cómodo atribuir la enfermedad a la mala suerte. Para mí, el aprendizaje sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo es el motor de arranque.

¿Qué mensaje le gustaría lanzar a la sociedad?
Que seamos responsables con nuestro cuerpo y nos informemos sobre hábitos de vida saludable para así tener un control de todas las enfermedades que aparecen por desajustes. Existe mucha ignorancia y eso que estamos hablando de nuestra salud. 

Alimentación y ejercicio físico son hermanos...
Son cruciales para lograr un estado saludable y de bienestar en una sociedad cada vez más sedentaria. La gente no se da cuenta de que se están perdiendo lo mejor de sí mismos porque no se sienten todo lo bien que se deberían sentir. 

Según usted, ¿cómo tiene que ser la alimentación?
Equilibrada y variada. No obstante, tampoco hay que tomarse la alimentación de una forma obsesiva. Antes se comía mejor. Tenemos a nuestros abuelos de ejemplo. Los métodos baratos de producción de las grandes empresas los pagamos nosotros con nuestra salud y eso que somos lo que comemos.

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