Las defunciones superan en 775 a los nacimientos en Ourense en el arranque del 2024

Dos mujeres pasean un bebé en el centro de la ciudad (Foto: Martiño Pinal).
photo_camera Dos mujeres pasean un bebé en el centro de la ciudad (Foto: Martiño Pinal).
La provincia perdió población de forma natural entre enero y febrero

Las cifras de población continúan resintiéndose en Ourense. La última muestra son los datos de nacimientos y defunciones correspondientes al inicio del año. A lo largo de enero y febrero, en la provincia solo se registraron 202 nacimientos. Mientras tanto, en las nueve primeras semanas -las correspondientes a esos meses- fallecieron 977 personas.

La diferencia entre los nacimientos y las defunciones, el conocido como saldo vegetativo, es demoledor: en el arranque de 2024, la provincia ya ha perdido 775 habitantes de forma natural. Es el peor saldo vegetativo de los últimos años, equivalente a la población de concellos como Lobeira o Vilar de Santos, y un dato que empeora incluso el de la época del coronavirus. Por ejemplo, en 2021, la diferencia mostraba una pérdida poblacional de 716 ourensanos.

La mala situación demográfica de Ourense se pone de relieve en otra circunstancia. La provincia está entre los ocho territorios españoles con menos nacimientos. Solo Soria, Zamora, Palencia, Ávila, Teruel, Segovia y Cuenca, todas ellas provincias de la España vaciada, empeoran el balance de natalidad ourensano. Los 202 nacimientos de enero y febrero rozan el mínimo histórico de 2021, cuando tocaron suelo con solo 201. El dato del año pasado fue superior, con 209 recién nacidos.

La situación no es extraña en Galicia, que también padece una tendencia a la baja en llegadas de la cigüeña. Aunque Ourense marca el mínimo, Lugo y Pontevedra también van cuesta abajo, con 232 y 746 nacimientos, respectivamente. Solo A Coruña rompe la caída con 990 bebés, 45 más.

En todo caso, la comunidad también pierde población de forma natural. Entre enero y febrero nacieron 2.170 personas, frente a otras 6.610 que fallecieron. Es decir, el saldo vegetativo cae a números negativos y resta 4.440 habitantes en Galicia.

Solo la inmigración impide que la población ourensana caiga en picado. En la última década, la provincia perdió unos 32.000 habitantes -el doble del padrón de O Carballiño- de forma natural. Sin embargo, llegan más inmigrantes que emigrantes salen de Ourense. La sangría se cortó casi a la mitad, con una pérdida poblacional total que ronda los 17.000 pobladores.

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