Los delitos suben en Ourense en 2021 con más lesiones, robos en pisos y homicidios

La bajada de los delitos durante el año de inicio de la pandemia tuvo un corto recorrido. La delincuencia pronto se desperezó y en 2021, con 8.635, infracciones conocidas, tal como revelan los datos que acaba de publicar el Ministerio del Interior. Se denunciaron incluso más delitos que en 2019, justo antes de la covid-19. De hecho, fue el tercer peor año de los últimos diez, con cifras solo superadas en 2012 (8.841 delitos) y 2013 (9.199). En la provincia, la media de denuncias diarias se situó en 24, dos más que en 2019 y cuatro con respecto a 2020 (20 al día), un año atípico por el confinamiento y las limitaciones de la movilidad que se decretaron con la emergencia sanitaria. La delincuencia aumentó un 16,1%, si bien la provincia junto con Pontevedra fueron las mejor paradas en el contexto gallego. Por ejemplo, en A Coruña la subida fue del 26,5%. Ourense fue una provincia un poco menos segura en esos doce últimos meses, una tendencia que parece consolidarse en este año en ciernes desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo. No sólo porque hubo más infracciones penales sino porque causaron más alarma social. Más homicidios, lesiones y riñas tumultuarias, agresiones sexuales (con el doble de violaciones) e incluso se denunciaron más robos en viviendas y hurtos. Los delitos más graves de entre todos los posibles del catálogo del Código Penal, aquellos que atentan contra la vida de las personas, tuvieron en 2021 un año especialmente negro, con cuatro casos: el crimen que le costó la vida a la joven Ana Balboa en su casa de Velle; la muerte de otra joven afincada en O Barco, Leticia Magali Sanabria Romero, así como el asesinato del catalán José María Roldán Zapata, quien acudió a Cortegada por un noviazgo por internet. En las estadísticas se incluye la muerte violenta de la joven Nerea Añel en enero de 2020, ya que la autopsia no descartó indicios homicidas y se judicializó el pasado año con un detenido, su pareja. Las lesiones, muchas de ellas ligadas al ocio nocturno que se recuperó a lo largo de 2021, aumentaron un 43,1% con respecto a 2020. Hubo 106 denuncias de las que la mitad se circunscriben al ámbito urbano (53). Precisamente, en la ciudad subieron un 76,7% con respecto al año sin pubs. Los delitos sexuales sumaron 73 denuncias en toda la provincia (36 en la ciudad). Las violaciones se duplicaron pasando de cinco casos en 2020 al doble durante el pasado año. Otro de las infracciones que más inquietud causa entre la ciudadanía, los robos en domicilios, contabilizaron 319 denuncias (143 en la urbe), lo que supuso un incremento del 24,1%. Los hurtos, uno de los delitos que más se denuncia junto a las estafas, apuntaron 1.244 denuncias (8,6% más). En la ciudad, con 4.100 infracciones en todo un año, los números “no son preocupantes” para el comisario de la Policía Nacional, Juan Carlos Blázquez. “El análisis de la criminalidad debe incluir los delitos esclarecidos, los detenidos y la eficacia policial y en la ciudad fue buena”, asegura. Añade que bajaron los robos con fuerza en negocios y enmarca las agresiones sexuales con penetración en el ámbito de las relaciones de pareja. En cuanto a las lesiones y riñas tumultuarias, matiza que “estamos en niveles de 2018 o 2019”. “Peleas las hubo siempre y en la ciudad descarto rotundamente que haya bandas organizadas, sí grupitos muy localizados y gente que bebe de más”, asegura. A su entender, el problema delincuencial reside en el imparable número de estafas. “Me preocupa mucho las estafas a los mayores, a los que se les llevan los ahorros de toda la vida”. TRES POLICÍAS POR CADA 1.000 VECINOS EN LA CIUDAD En la ciudad de Ourense, tanto la Policía Nacional como la Policía Local hacen labores de seguridad ciudadana. La ratio es de 3 agentes (incluidas ambas plantillas y las 15 nuevas incorporaciones en la jefatura de A Ponte) por cada 1.000 vecinos, la ratio más baja junto a Lugo (2,9 por 1.000 habitantes). La ciudad mejor pertrechada es Ferrol (4.4 por 1.000), A Coruña (4,3 por 1.000) y Pontevedra (4 por 1.000). Le sigue Santiago (3.8) y Vigo (3.2), según los cálculos realizados con datos aportados por el SUP y la Xunta.