La Guardia Civil detectó un incremento de denuncias por robos de piedra antigua, sobre todo en muros de cierre de fincas. La última la presentó un vecino de Alicante, Juan Manuel P.A., de 42 años, que el pasado día 5 de agosto al visitar su finca en el extrarradio de la ciudad se encontró con que le habían sustraído todo el cierre, construido por sus antepasados a base de piedras de "grandes dimensiones". El afectado no cuantificó el valor del botín, pero argumenta que "las piedras eran muy antiguas" y "estaban perfectamente colocadas" para impedir el acceso al interior del terreno.
Los agentes recogieron solo en el último mes siete denuncias por robos de piedras en un muro y en un hórreo de Carballiño. De todos los afectados solamente un vecino de la ciudad, Juan C.M., de 67 años, puso valor al botín, 1.000 euros. Le robaron un muro que tenía medio metro de alto y 150 metros de largo. Toda la pared de la finca.
La Guardia Civil investiga cada uno de los robos con el objetivo de identificar a los autores. Los agentes recuerdan que siempre hubo robos de piedra, pero no tantos y de forma continuada como se están registrando este año.
Los investigadores achacan las sustracciones a un incremento en la demanda de piedra antigua para construir jardines y viviendas, sobre todo en la costa mediterránea
Los agentes incrementaron la vigilancia, pero la despoblación del medio rural facilita el trabajo a los ladrones que, ante la falta de vecinos, pueden sustraer piedras de gran tamaño y cargarlas en un camión sin temor a ser vistos.
Evaristo González reside en la ciudad y es una de las víctimas. "Cargaron la piedra de la pared sin que nadie se percatara. La finca está rodeada de maleza y es difícil detectar a los ladrones", lamenta.
Este argumento es compartido en el Instituto Armado, que estable controles a diario en las carreteras para vigilar los transportes de roca y su procedencia.
Sin rastro de las piezas sustraídas en San Cibrao
Los robos afectan también a obras en construcción, dado que los delincuentes se apoderaron de 56 metros de piedra que iba a ser utilizada en los trabajos de la futura autovía del Polígono de San Cibrao, e incluso en expositores. Este municipio está siendo uno de los más afectados.
Los delincuentes se apoderaron de dos esculturas, una de la Virgen del Carmen y la otra un Santiago Peregrino, en el espacio que habilitó el escultor Diego Curras Rodríguez cerca de la autovía A-52. Cada una pesa 400 kilos y los ladrones las cargaron y se esfumaron sin dejar rastro.
La Guardia Civil las está buscando en espacios públicos y jardines privados, pero el artista, pero el artista, ante el incremento de las sustracciones, dotó el espacio de un sistema de seguridad y vigilancia.
