El acusado aceptó 2 años de prisión por el siniestro en el que pereció un joven y cinco resultaron heridos
La demora en la celebración de un juicio casi siete años después de un accidente mortal, "por causas no imputables al acusado", fue la atenuante esgrimida por la fiscal para rebajar a la mitad la petición de condena -dos años- para Eduardo Borrajo (28 años), incurso en un procedimiento penal contra la seguridad del tráfico en concurso con un homicidio imprudente y tres delitos de lesiones. El inculpado, quien no irá a prisión, reconoció que conducía bajo la influencia del alcohol y aceptó la pena, a la que se añaden dos años de privación del carné de conducir y las consiguientes indemnizaciones solidariamente con la compañía aseguradora del vehículo. La sentencia fija 145.000 euros para la madre del joven fallecido; 187.933 para E.R.M., el joven con secuelas más graves (incapacidad total); 48.944 para D.R.T. y 15.800 para N.N.N. Otros dos de los ocupantes renunciaron a posibles indemnizaciones.
El accidente de tráfico ocurrió a las 06,20 horas de la madrugada del 14 de agosto de 2010 cuando en un Audi A-6 viajaba el condenado con seis amigos. Todos ellos regresaban a casa de un concierto en la localidad de Vilanova, a dos kilómetros de distancia.
El fallo, de acuerdo con el escrito de calificación de la fiscal, considera que Borrajo condujo "bajo las influencia de una intoxicación etílica contraída con anterioridad". La ingesta de alcohol "le impedía la conducción en las debidas condiciones de seguridad, debido a la merma de reflejos". El coche se salió de una carretera local "debido a al falta de cuidado en al conducción" y atravesó un viñedo para acabar volcando sobre la N-120.
En la prueba de alcoholemia practicada al conductor, casi cuatro horas después del siniestro automovilístico, arrojó 0,40 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (0,39 la realizada 12 minutos después). Según recoge la acusación pública, la tasa real, realizando una extrapolación sería del 0,67 mg/l (a partir de los 0,60 está considerada delictiva) en el momento del accidente.
Además de la muerte de R.T.D.G., quien era hijo único, tres de los chicos fueron hospitalizados por la gravedad de sus lesiones. A todos ellos, le restan secuelas.
