El Consistorio desconoce la partida que debe incluir, a la espera de si tiran los áticos o indemnizan

El derribo pendiente de un edificio frena el presupuesto

El edificio se encuentra ubicado en la Praza Irmáns Prieto. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La incertidumbre sobre la resolución del conflicto surgido en torno al edificio del antiguo Hotel Rogelia es el principal motivo del retraso en la redacción de los presupuestos municipales de Carballiño para este 2011. Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) obliga al Concello a derribar los seis áticos y los trasteros de este inmueble ubicado en la Praza Irmáns Prieto, tras la denuncia presentada por tres vecinos colindantes por causa del exceso en la altura.
Desde que a finales del 2009 el TSXG fijó el plazo de seis meses para realizar el desalojo de los aproximadamente 50 vecinos afectados (entre viviendas, oficinas y establecimientos comerciales) se abrió un paréntesis marcado por las negociaciones que llevan a cabo las autoridades locales con los denunciantes. En ese tira y afloja está la situación desde hace meses al respecto de las posibles indemnizaciones que podrían ser abonadas por parte del Concello a los denunciantes para evitar el derribo, siempre y cuando, en el caso de alcanzar un acuerdo, éste sea aceptado por el Tribunal.

En todo este tiempo, las autoridades municipales hicieron los deberes encomendados por el TSXG relativos a recabar información sobre los residentes en el edificio y, además, con la redacción del proyecto de derribo, que se realizó con cargo a los presupuestos municipales de 2010 por un importe de 12.000 euros.


INDEMNIZACIONES

La obra para suprimir los áticos y los trasteros supone la friolera de aproximadamente 600.000 euros, sin contar las posibles indemnizaciones a las que con toda seguridad tendrían derecho los 50 propietarios afectados por el desalojo, la desaparición de los trasteros y, en el caso de los áticos, por la pérdida de su propiedad.

Llegados a este punto, el grupo de gobierno mantiene paralizada la redacción de los presupuestos, que habitualmente se aprobaba a finales del año anterior o a principios del ejercicio correspondiente, porque desconocen la partida que se deberá incluir por este motivo.

En consecuencia, lo único que parecen tener claro los responsables municipales es que serán unos presupuestos austeros y que posiblemente se verán reducidos respecto al pasado año, en que ya habían bajado de 11,5 millones de euros durante el 2008 y 2009, en este último tras ser prorrogados, a 9,8 millones en 2010.

Los recortes en las aportaciones oficiales por causa de la crisis económica, la bajada a cero en los ingresos por las tasas de construcción (en algún momento supusieron una recaudación de hasta 300.000 euros) y también los 200.000 euros anuales de los que es necesario prescindir para cubrir el crédito concedido por el Estado de un millón de euros para pagar las deudas a los proveedores, serán algunos de los importantes condicionantes de los nuevos presupuestos pendientes todavía de elaborar. La concejala de Hacienda, Inmaculada Ucha, manifestaba que no puede adelantar nada al respecto, porque 'aínda non temos nada que decir'.

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