El hospital de Ourense estrenará este jueves la nueva cocina central, dando el relevo, por fin, a la histórica cocina del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) que funcionaba desde la apertura del mismo. Esta nueva cocina dobla las dimensiones de la actual –pasa de 700 a 1.500 metros cuadrados–, cuenta con tecnología de vanguardia, amplios espacios con luz natural y zonas bien diferenciadas.
Personal y pacientes podrán beneficiarse de unas modernas instalaciones, que también repercutirán en el bienestar de los pacientes. Mañana ya se servirán los desayunos desde esa nueva cocina, quedando la antigua clausurada, a la espera de darle un nuevo uso o cerrarla definitivamente.
Los pasados días se testó el funcionamiento de los carros de distribución que permiten que la comida llegue a las habitaciones en "óptimas condicións de apertura", según informaron desde el CHUO. Antes, se vivió una "intensa etapa de formación" y se testaron los nuevos equipos y sistemas de distribución. El servicio prepara 1,2 millones de comidas al año y atiende cerca de 30 dietas diferentes.
Los últimos días se realizaron pruebas piloto en distintas unidades de hospitalización, en las cuales los pacientes mostraron su satisfacción, "tanto en canto a calidade de comida e a á súa temperatura, como do novo equipamiento de menaxe", ya que se renueva la vajilla, que la gerencia ve "máis funcional".
Mañana, también se estrenará el nuevo comedor del personal de guardia, que acaba de ser totalmente equipado, y donde ya se servirá la comida. Tiene nuevo mobiliario y decoración y está al lado de la nueva cocina.
La nueva cocina tuvo una inversión de 5,23 millones de euros y en ella, según el Sergas, se aposta por mantener el empleo público y creando nuevos puestos, como cuatro nutricionistas y un cocinero más, sumando más de un centenar de trabajadores. "Non se reducirá ningunha praza de persoal pese a que as novas instalacións automatizan se axilizan moitas tarefas", indicaron desde la gerencia.
Por su parte, la comisión de centrotildó de "menosprezo" al considerarse su oposición a la nueva cartelera implantada, que creen que conlleva reducción de personal.
El jefe de cocina cree que el cambio es “abismal"
"Esto marcará un antes y un después", señalaba ayer Antonio Pazos Leiro, jefe de servicio de Cociña e Alimentación, que confirmaba que el personal había recibido con alegría la noticia. "Es prácticamente el doble que la actual, unas instalaciones espectaculares, con gran iluminación y máquinas de última generación". El cambio de cocina "era necesario", indicó Pazos, y considera que las diferencias son "abismales". Desde la gerencia, destacan la incorporación de cuatro dietistas que estarán en turnos de mañana y tarde y que el personal que estaba "va a seguir". Además, inciden en que, pese a las críticas de meses anteriores, "no se privatiza" el servicio.
