La juez de Celanova dejó a los cinco detenidos en libertad con cargos pese a que son sospechosos de dos asaltos en casas

Desmantelada una banda a la que la Guardia Civil imputa 20 robos

Uno de los detenidos, entrando al edificio judicial de Celanova, ayer a las 9,30 horas. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Hay días que se complican demasiado.Empiezan mal y acaban peor. Marcos M.S., Manuel J.S., Yeray G.H., Antonio J.B. y Matías L.L. tuvieron un pésimo comienzo de semana. El pasado lunes recorrieron 130 kilómetros, más otros tantos a la vuelta, para un mísero botín de 22 euros, todo el dinero que había en la caja fuerte de la gasolinera de Oroso (A Coruña).
Pero el día, mejor dicho, la madrugada, aún le deparaba una nueva contrariedad; efectivos de la Guardia Civil apostados a un lado y otro de la carretera N-525 para darles el alto en el camino y esposarlos. Los agentes, al fin, tenía a su alcance a la banda del 'Buratón'.

Finalmente, cinco meses de investigaciones daban sus frutos y desmantelaba a un grupo organizado, tal como lo catalogó el Instituto Armado, especializado en robos con fuerza en gasolineras (además de algún bar y un centro ITV) aunque también les imputan los dos últimos asaltos del mes de agosto en domicilios particulares de la comarca de Celanova. En ambos casos, había inquilinos en su interior, quienes fueron violentados. En total, según precisó la portavoz del Cuerpo en la Comandancia de Ourense, Sonia Salgado, están imputados en 20 delitos perpetrados en las cuatro provincias e incluso en Asturias. Y, según reconoce la propia Guardia Civil, no fue fácil desarticular a esta banda. Porque, como todo grupo organizado que se precie, se guardaba bien las espaldas. No vivían juntos, dos de ellos en el poblado de As Riscas, en Xinzo, y los otros tres en viviendas de protección oficial. Apenas se veían, salvo para planificar los 'golpes'. Así, antes de cometer los robos, los integrantes se reunían en una chabola junto al campo de fútbol de O Couto donde supuestamente se repartían las tareas y ataban los detalles. También la utilizaban como almacén para guardar las herramientas empleadas en los robos.

Y procuraban actuar sobre seguro. 'Los integrantes de la banda adoptaban medidas de seguridad, vigilando los objetivos previamente, rutas de escape, alternativas a las vías convencionales y hasta anulaban las alarmas con inhibidores de frecuencia; no les importaba recorrer grandes distancias de ida y vuelta en el mismo día', explica Salgado.

Toda vez seleccionado el destino final, echaban mano del mazo y el pico para realizar butrones en muros laterales o forzamiento de puertas y ventanas. En total, la Guardia Civil calcula que pudieron haber conseguido 70.000 euros en efectivo. Uno de los mayores botines lo obtuvieron en la gasolinera de Lourenzá (Lugo): 18.000 euros.

En los dos asaltos a las viviendas habitadas, lograron sumas importantes, según las valoraciones realizadas por las víctimas. Delfina Vázquez (85 años) asegura que la dejaron sin los 18.000 euros que guardaba en una caja. Por su parte, Julio González (71 años) denunció el robo de un botín de 600 euros más el BMW de su propiedad, que apareció un día después totalmente calcinado.

Los cinco detenidos, con edades entre los 44 y los 23 años, declararon ayer ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Celanova. Y aunque el día parecía ser para los cinco detenidos la continuación de dos pésimas jornadas, acabó sorprendentemente bien. Todos ellos quedaron en libertad con cargo.Un miércoles descomplicado.

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