REPORTAJE

El despertar de la fuerza creadora

Somos herederos de nuestro empeño y del mundo contemporáneo que nos rodea, del que bebemos nuestras influencias. El fenómeno Star Wars es vivo ejemplo de ello. Acompañamos hoy a sus seguidores en Ourense

No apuntamos a ningún secreto si decimos que para una serie de generaciones, a lo largo y ancho de todo el mundo, el advenimiento de la serie audiovisual "La Guerra de las Galaxias" supone una presencia reconocida e identificable, que forma en mayor o menor medida parte del mundo de juegos y fantasía con el que estas generaciones han crecido. Desde 1977, fecha en la que la primera película de la serie comenzó a proyectarse en todos los cines del mundo, difícilmente otro fenómeno cinematográfico haya tenido tal magnitud de repercusión, interés o cantidad de seguidores, distribuidos a lo largo ancho del mundo y a lo largo del tiempo. Esta semana las cámaras del programa "Callejeando" conocerán la versión mas ourensana de este fenómeno.

Un  templo en ourense

La casa de Miguel Blanes, en el Cumial, se desliza camino de convertirse en un museo, bien sea por la obra plástica, la vertiente musical, o la prolífica presencia de elementos de "La Guerra de las Galaxias" que allí se atesoran. Para todos los fanáticos de la serie, podría a futuro llegar a instituirse como una liturgia consistente en peregrinar hasta aquel

Miguel conserva y atesora de todo lo imaginable por la industria moderna del mercadeo, y haría el delirio tanto del ávido coleccionista como del más avezado fan de la serie de películas. Todo ello sin contar con el efecto 'punta del iceberg': "Lo que podéis ver es solo una pequeña muestra porque por problemas de espacio muchas cosas tienen que estar en cajas." Muchos de los elementos incluso se encuentran en su estuche original, impolutas y sin conocer mano infantil alguna.

Pero no se trata tan solo de elementos lúdicos: metraje en 35 mm de un trailer cinematográfico, películas, libros, entre otros. Ante la pregunta de rigor: ¿cuántas veces has visto la película?, la respuesta es en forma de pregunta: ¿cuál de ellas?

Miguel es un entusiasta de la saga y cifra en "cientos" las veces que ha visto cualquiera de las películas. Su visionado es ya de experto, casi de arqueólogo en la búsqueda de elementos y detalles nuevos y reveladores: "Vas a conferencias o escuchas podcasts de 'La Guerra de las Galaxias'  y te dices: ¡hombre, hay alguien que ha visto mas cosas en la película que yo! ¿Verla doscientas veces? No, habrá que verla quinientas."

Una nueva esperanza

Alberto Suárez no solo colecciona y atesora materiales relacionados con 'La Guerra de las Galaxias' sino que ha decidido dar un paso mas: a partir de elementos domésticos reciclados, y de empeño e imaginación, ha comenzado a crear pacientemente su propia colección de naves y elementos de fantasía, un empeño en el que le acompañan sus dos pequeños hijos.

Para Alberto, es imposible no ser fan de "La Guerra de las Galaxias", vocación que le nació desde la primera vez que acudió al cine con su padre. Al pensar en todos los muñecos que rompió jugando, "le da la mala", confiesa divertido.

En su casa puede verse, en perfecto orden, una colección personal que poco a poco ha ido atesorando, principalmente de pequeñas figuras que comparte con sus hijos.

Alberto, sin embargo, ha ido más allá: hacer sus propias creaciones para dar rienda suelta a su imaginación además de jugar con sus pequeños: "Me dio un día por hacer algo, para jugar mi hija y yo, y se me fue la mano, aquí lo tenéis", dice, al mostrar las enormes e impresionantes naves que exhibe en el salón de su casa.

Sus creaciones son completamente originales, libremente basadas en elementos cinematográficos precedentes, pero que emergen de su propia imaginación. Emplea para ello elementos electrónicos reciclados, tapones de leche y mucho, mucho cartón. Empeño puro.

La creatividad contraataca

Entrar en el taller de la Tropa Korriban, aociación gallega dedicada al universo Star Wars, es sumergirse en una combinación de bricolaje, maderas y plásticos, junto a elementos de "La Guerra de las Galaxias", planos, maquetas y un dilatado etcétera.

¿Por qué conformarse con los designios del veleidoso mercadeo y la desigual distribución comercial? Esta parece ser una buena premisa de inicio. Así, si usted desea hacerse con una armadura de Storm-trooper puede, bien comprarla por una ingente cantidad de dinero, bien hacerse la propia, por mucho menos, y con el valor añadido que otorga el haber elaborado su propio material.

La imaginación no conoce de límites: en la actualidad trabajan en el prototipo de un AT-ST, un transporte empleado en la serie, que excede proporciones: cuatro metros de alto. "No se cómo vamos a hacer que se mueva, pero se moverá", afirma Miguel. No solo la fuerza, el empeño y la creatividad también les acompañan. n

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