Desterrado de Verín 6 meses por acosar a una octogenaria

Joaquín P.F., en un juicio en la Audiencia.
photo_camera Joaquín P.F., en un juicio en la Audiencia.
No es el primer delito sexual que tiene encima. El pasado año fue condenado por el Penal 1 por manosear los pechos a una mujer que paseaba por la villa del Támega. 

La actitud hostigadora de Joaquín P.F. (62 años) con las mujeres no sólo le ha costado estancias en prisión, dinero y limitaciones de movimientos. La última condena, dictada ayer mismo por el Juzgado Penal 2 de Ourense en un juicio en el que hubo conformidad, le impone un destierro forzoso. El inculpado, que ahora reside en Girona, no podrá entrar en Verín durante seis meses. Una medida reclamada por la fiscal para garantizar que no intimide de nuevo a una octogenaria a la que se aproximó en varias ocasiones pese a que el juzgado se lo prohibió a raíz de una denuncia por agresión sexual en enero de 2020, un proceso penal que aún está en fase de instrucción.

Joaquín admitió ayer que se aproximó a la perjudicada el 16 de junio de 2021 cuando un auto judicial le había impuesto una distancia de seguridad de 300 metros, y que incluso la amenazó.  La mujer salía de un supermercado de la avenida de Portugal de Verín y escuchó que le decía: “Te voy a matar”. La víctima, presa del pánico, trató de alejarse de su acosador pero este último la siguió por varias calles hasta que se refugió en un establecimiento comercial de la plaza de La Merced, en donde pidió ayuda y llamó a la Guardia Civil.  Fue detenido e incluso estuvo unas semanas en prisión por esta causa.

Este incidente marcó un punto de inflexión en el inculpado, quien, tras salir de la cárcel, se fue a vivir a Cataluña con familiares para evitar nuevos procesos judiciales por los incumplimientos de los alejamientos.

Ahora, sólo tiene pendiente la causa abierta por la presunta agresión sexual.

 No es el primer delito sexual que tiene encima. El pasado año fue condenado por el Penal 1 por manosear los pechos a una mujer que paseaba por la villa del Támega. En ese momento, alegó que no podía controlar sus impulsos libidinosos debido a una medicación que tomaba. La Audiencia también le condenó en noviembre de 2020 a dos años por abusos sexuales (tocamientos) a dos menores de 13 años el 11 de septiembre de 2018.

En el juicio de ayer, la sentencia le impone, además del destierro, dos meses multa a 10 euros al día por las amenazas y otros 18 meses, con la misma cantidad, por el quebrantamiento del alejamiento. 

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