Con la deuda cero conseguida, la institución aprueba con nota la tutela para equilibrar el gasto
El próximo viernes, la Diputación vivirá un momento histórico con la constitución de la nueva Corporación provincial en la que, tras casi tres décadas, no habrá una mayoría absoluta, lo que no impedirá un gobierno estable presidido por el popular Manuel Baltar en virtud del acuerdo alcanzado con DO.
Este gobierno empezará a trabajar sabedor de que la institución está totalmente saneada, tras haber alcanzado la deuda cero y contar con un importante ahorro en la caja, y con las cuentas claras, como ha ratificado recientemente la Consellería de Facenda en el informe de evaluación relativo al segundo semestre de 2018 del plan económico financiero que la Diputación tuvo que aprobar tras incumplir la regla de gasto en 2016.
Tras confirmar el Gobierno gallego, con las competencias de tutelar la gestión económica de las entidades locales, que la Diputación había vuelto al camino de la estabilidad en los seis primeros meses de 2018, el informe final ratifica el buen hacer de la institución tras conocer los resultados de la liquidación de 2018, en la que se refleja que el gobierno provincial hizo los deberes para cumplir los principios de estabilidad presupuestaria, con un margen de algo más de tres millones respecto a la capacidad que se habilitaba, y de la regla de gasto, quedándose a casi 700.000 euros del techo marcado en el plan económico.
La obligación de redactar un marco para la contención del gasto surgió por un incorrecto uso del remanente de tesorería en 2016, lo que provocó que el departamento de Intervención detectase el error y se procediese a elaborar un plan que fiscalizaba de manera más exigente cualquier gasto superior a 2.000 euros, que obligaba a aumentar el importe de amortización de deuda y también a acotar las modificaciones de crédito.
Sin tiempo que perder, La Diputación realizó las operaciones pertinentes al principio del pasado ejercicio para equilibrar sus cuentas, preparadas para afrontar los retos del futuro gobierno provincial.
Trece de los 25 diputados, de estreno
El pleno de constitución de la Diputación, fijado para el viernes a mediodía, supondrá una importante renovación de la Corporación, que seguirá manteniendo 25 diputados, pero con 13 caras nuevas, especialmente por los movimientos realizados en el PSOE, formación en la que solo repiten el ribadaviense Ignacio Gómez (será su cuarto mandato) y la limiana Elvira Lama. Los siete restantes, encabezados por su líder provincial, Rafael Rodríguez Villarino, debutarán.
Mientras, en el PP hay mayor continuidad, al repetir ocho de los 14 diputados que había hasta ahora, destacando clásicos como Rosendo Fernández o Plácido Álvarez, que siguen teniendo la confianza de Manuel Baltar.
En DO, Armando Ojea seguirá y se estrenará Miguel Caride, mientras que el BNG da la alternativa al edil en Allariz Bernardo Varela.
Más de la mitad de concellos gallegos bajo la lupa de Facenda, ourensanos
Además de la evaluación al cumplimiento de los planes económicos financieros que realizan las entidades que se saltan algunos de los principios de estabilidad presupuestaria, la Xunta está también obligada a realizar informes periódicos sobre el cumplimiento de diferentes aspectos de la gestión económica, como por ejemplo el pago a proveedores.
En este sentido, la provincia sale malparada del examen correspondiente al primer trimestre de 2019, ya que más de la mitad de los municipios de Galicia a los que la Consellería de Facenda requiere información sobre el pago de facturas están en la provincia ourensana.
Son 19 de los 37 ayuntamientos señalados: Amoeiro, Baños de Molgas, Os Blancos, Castrelo de Miño, Castro Caldelas, Lobeira, Manzaneda, Melón, A Merca, Muíños, Petín, Pontedeva, Rairiz de Veiga, A Rúa, San Cristovo de Cea, Sarreaus, Verín y Vilardevós.
