Un joven de 24 años destrozó el escaparate de una frutería de la calle San Payo durante una discusión con su compañera sentimental. David P.A. rompió los cristales a puñetazos hasta llegar a causarse una herida en una mano. Su compañera aseguró a la Policía Local que no había sido agredida ni tampoco amenazada durante la discusión con el joven.
La frutería que hay en el número 7 de la calle San Payo de la ciudad quedó en la madrugada sin escaparate. Un joven se lo rompió a puñetazos durante una discusión con su pareja, en la que tuvo que intervenir la Policía Local.
Los hechos ocurrieron a las 0.47 horas cuando un vecino observó a una pareja discutiendo acaloradamente por lo que decidió alertar a la Policía Local, que acudió de inmediato al lugar ante la sospecha de que se trataba de un caso de violencia de género.
El testigo, nada más llamar a los agentes, escuchó un fuerte ruido, que resultó ser la rotura de la cristalera del negocio.
Los policías, una vez en el lugar, se encontraron con la pare ja discutiendo el escaparate del negocio en el suelo y, tras interrogar a ambos y a los testigos, comprobaron que el joven había roto, presuntamente, el cristal a base de puñetazos. En una mano, según la Policía Local, presentaba una herida cortante, pero el joven declinó ser asistido por un médico. Mientras, la joven les aseguraba que no había sido agredida ni amenazada. Los agentes instruyeron diligencias al Juzgado.
Los hechos ocurrieron a las 0.47 horas cuando un vecino observó a una pareja discutiendo acaloradamente por lo que decidió alertar a la Policía Local, que acudió de inmediato al lugar ante la sospecha de que se trataba de un caso de violencia de género.
El testigo, nada más llamar a los agentes, escuchó un fuerte ruido, que resultó ser la rotura de la cristalera del negocio.
Los policías, una vez en el lugar, se encontraron con la pare ja discutiendo el escaparate del negocio en el suelo y, tras interrogar a ambos y a los testigos, comprobaron que el joven había roto, presuntamente, el cristal a base de puñetazos. En una mano, según la Policía Local, presentaba una herida cortante, pero el joven declinó ser asistido por un médico. Mientras, la joven les aseguraba que no había sido agredida ni amenazada. Los agentes instruyeron diligencias al Juzgado.
