El conductor, de 53 años, fue asistido tres horas antes del siniestro en un centro médico de Silleda
La salida de la calzada del autobús con 32 pasajeros vigueses a bordo accidentado el domingo en la AG-53, a su paso por Piñor, pudo deberse a una distracción atribuida a una indisposición médica del conductor, Moisés M.G., de 56 años, quien ese día sufría una dolencia estomacal. Esta es la principal conclusión a la que llegaron los instructores del atestado de la Guardia Civil tras examinar el autocar, inspeccionar el lugar de los hechos e interrogar a los testigos (los viajeros) y al propio conductor.
Según pudo saber este diario de fuentes cercanas al caso, el piloto contó a los agentes que había tomado medicación por esa dolencia estomacal, por lo que no se descarta que pudiera afectarle a la conducción. Tres horas antes del siniestro, que se saldó con 10 personas heridas -dos atendidas en el lugar de los hechos, cinco, en el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y otras dos en el centro médico El Carmen-, Moisés M.G. fue asistido por enfermedad en un centro médico de Silleda, el lugar a donde fueron los excursionistas, pertenecientes a la asociación de vecinos de Beade (Vigo). Precisamente, el accidente sucedió en el momento en el que los viajeros regresaban a casa, en dirección al enlace de la A-52 en Santa Cruz de Arrabaldo (Ourense).
El accidente ocurrió a la 18.00 horas del domingo en el kilómetro 64 de la AG-53 (Santiago-Ourense), a su paso por Piñor. El autocar se salió de la calzada y posteriormente chocó contra la barrera de seguridad. Las pruebas de alcohol y drogas dieron negativo y, según los testimonios recabados entre el pasaje, la velocidad era normal.
Los agentes del Subsector de Tráfico también analizaron el autobús, modelo Irbus ER-C-48 matriculado en 2009, descartando a priori alguna anomalía. Eso sí, los pasajeros no hacían uso del cinturón de seguridad, lo que, según fuentes de la investigación, hubiera evitado heridos.
Las cinco personas que fueron trasladadas al servicio de Urgencias del CHUO, entre los 68 y 85 años de edad, según confirmaron fuentes hospitalarias, fueron dadas de alta a las pocas horas. Lo mismo ocurrió con los otros dos viajeros asistidos en El Carmen.
