Los edificios del Banco de España que se construían en todo el país durante el siglo XIX solían estar de acuerdo con la categoría y el poderío de la institución que albergan, y Ourense no iba a ser menos

Un edificio que honra a la industria ourensana

Posiblemente, la vidriera más espectacular y hermosa de la ciudad.
El 3 de agosto de 1930 se inauguraba la sede del Banco de España situada en la calle Vicente Pérez, hoy Paseo, ya entonces la más transitada de la ciudad.
Desde ese día se convirtió en uno de los edificios que los ourensanos mostraban a sus visitantes, aunque pocos de ellos conocieran su interior. El Banco de España nunca prestó muchos servicios directos a los ciudadanos, lo que hacía que éstos no tuvieran motivo para entrar en él. La presencia de un retén permanente de la Guardia Civil en su puerta tampoco animaba a ello, y los que por cualquier cosa entraban, normalmente no pasaban del hall, en el que estaban situadas las ventanillas de atención al público. Allí había dos cosas que les sorprendían: la categoría de la decoración y la hermosa vidriera de tonos azules cubriendo casi todo el techo. Ya lo comentaba la crónica social de La Región, que en 1930 daba cuenta de la inauguración del edificio: 'La instalación interior honra a la industria ourensana'. Esa industria local estaba representada por la empresa de muebles 'Hermanos Rodríguez', de gran prestigio dentro y fuera de la provincia, quienes utilizaron madera de caoba de Cuba para los mostradores, las paredes y los muebles; mármol en el pavimento y las escaleras de acceso, y columnas de mármol artificial. La obra exterior estuvo encargada a una empresa constructora de Pamplona, Erroz y San Martín, con proyecto de un arquitecto madrileño. El edificio ocupa una superficie de 700 metros cuadrados, rodeados de un pequeño patio, y se construyó con granito ourensano de Rante. La obra se realizó en 13 meses y costó 1.153.619 pesetas, cantidad a la que hubo que añadir las 42.500 que costaron la instalación de agua, luz, pararrayos, teléfono y montacargas.

La primera planta la ocupaban cuatro viviendas destinadas a los ordenanzas, y la segunda era la vivienda particular del director y su familia, que solía ser un señor venido de otra provincia. El escudo de España destaca en el remate de la fachada y en la vidriera del hall.

El día de la inauguración asistieron todas las autoridades locales y el señor nuncio, monseñor Tedeschini, quien se encontraba en Ourense para visitar el Monasterio de Oseira.

Acabada la ceremonia religiosa de bendición del edificio y los discursos, entre ellos el del director del Banco, don Nicolás Domínguez, la confitería Macarrillo, propiedad de don José González, sirvió un selecto lunch en el que los licores eran todos de marcas nacionales. Más tarde se celebró una comida con el personal, incluida la pareja de la Guardia Civil que escoltaba el edificio.

Desde hace unos meses, y después de una agresiva intervención que acabó con el interior original, la hermosa puerta exterior de esta Delegación del Banco de España está abierta a los vecinos como centro cultural municipal. Ahora expone el Plan de Urbanismo de la ciudad, actualmente en tramitación.

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