El Concello espera todavía un gran número de ellas, al pretender la asociación de A Carballeira presentar 1.217 más.
Después de tres meses de exposición al público, hoy es el último día para presentar alegaciones al nuevo Plan Xeral de la ciudad. A mediodía de ayer se habían contabilizado 1.700, aunque hasta última hora de la mañana podrían haber alcanzado las 2.000. La cifra podría aumentar notablemente durante la jornada de hoy, ya que sólo la asociación de vecinos Carlasca, de A Carballeira, pretende presentar 1.217 -ya lo intentó ayer pero le instaron en el Registro a ordenarlas-.
Aunque todavía es pronto para conocer el contenido, los edificios fuera de ordenación -cuestión que se subsanará según el gobierno municipal- y las limitaciones de crecimiento en los núcleos rurales acaparan buena parte de las alegaciones, hasta el punto de que prácticamente todas las formaciones políticas coinciden en este punto. Una vez cerrado el periodo de exposición al público, los técnicos tendrán que estudiar las alegaciones y trabajar en los 54 informes sectoriales que necesita el planeamiento antes de estar listo para su aprobación provisional.
No obstante, y antes de llegar a ese momento, la polémica ya se suscitó ayer entre el gobierno municipal y el PP, después de que los populares alegaran que no todos los documentos del Plan Xeral habían sido expuestos en el Banco de España, algo que, según ellos, fue ratificado por un notario. Ante esta cuestión, la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, arremetió contra los populares: "Ellos son los causantes de esta situación y ha sido en su plan general de 2003 en el que se cambiaron los planos", dice Soto, que afirma que "están todos los documentos tal como establece el DOGA. Ahora lo que no se hace es cambiar planos. Los planos que están en el Banco de España son los que se aprobaron en el pleno del Concello, cosa que debe ser sorprendente para el PP".
