Entre el período que va de 2000 a 2009, fueron 104.660 habitantes los que abandonaron Ourense para empadronarse en otras provincias, en tanto que 97.607 fijaron aquí su nueva residencia

La emigración interior restó 7.053 habitantes en diez años

Alumnos del Aula de Teatro de Ourense representando la emigración. (Foto: Archivo)
Hay crisis ocultas y prolongadas, como la que sangra a la provincia de Ourense de habitantes, y que actúan incluso en épocas de vacas gordas.
En la última década, los flujos migratorios que se suscitaron en el territorio nacional entre unas provincias y otras han supuesto una pérdida para Ourense de 7.053 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Dicho de otro modo, los ourensanos siguen emigrando a otras provincias de España en mayor medida que desde otros lugares del país se instalan en esta provincia. Entre los años 2000 y 2009, fueron 104.660 habitantes los que dejaron Ourense para empadronarse en otras regiones y provincias, en tanto que 97.607 fijaron aquí su nueva residencia provenientes de otras zonas. El saldo migratorio es negativo, pues, en 7.053 personas.

No obstante, se pueden advertir haces de luz entre tanto túnel, ya que tras una tendencia invariable durante años, en la que el saldo migratorio se zanjaba siempre en numeros rojos, por primera vez en el nuevo siglo, el año 2009 ofreció un saldo interior positivo, ya que por las 12.298 personas que dejaron Ourense, fueron 12.828 las que se incorporaron. Total: 530 nuevos habitantes sobre el año anterior procedentes de otras provincias. En cualquier caso, este nuevo comportamiento de los flujos migratorios fue común al resto de la comunidad autónoma, circunstancia que permitió a Galicia ganar 4.938 nuevos vecinos en un solo un año.

La radiografía demográfica ourensana permite más lecturas. Así, han de tenerse también en cuenta los movimientos migratorios entre la provincia y el extranjero. De hecho, Ourense está lejos de haber desterrado definitivamente de su idiosincrasia la emigración internacional, en otras décadas muy acusada. Sólo en el año 2009, último del que existen datos definitivos, modificaron su residencia para desplazarse al extranjero un total de 1.233 habitantes. Cierto es que fueron 2.695 aquellos que se desplazaron a Ourense desde el exterior, lo que deja en números positivos el saldo. Esta dinámica está suficientemente asentada, y en los últimos cinco años la provincia gana una media aproximada de 2.000 habitantes llegados desde otros países. Este fenómeno incluye a los denominados emigrantes retornados, que después de haber dejado la provincia, regresan a ella. En el año 2009, según el Instituto Nacional de Estadística, de los 3.232 emigrantes que retornaron a Galicia, un total de 657 lo hicieron a Ourense.


PROYECCIONES PARA EL FUTURO

Cuál será el comportamiento que sigan los flujos migratorios en los próximos es todavía una incógnita, aunque el Instituto Galego de Estatística (IGE), en una proyección a varios años vista, estima que en el 2014 el crecimiento migratorio ourensano será de 377 personas, sustentado sólo por la capacidad del área de influencia de la ciudad para atraer población. Si la estimación estadística es que el área de Ourense gane 880 nuevos vecinos como consecuencia de flujo migratorio, prevé que la zona central de la provincia pierda 124, el sur de la misma 134, y el área Carballiño-Ribeiro 245. No obstante, las proyecciones de población del IGE a corto plazo van más allá de las migraciones. El instituto autonómico de estadística calcula que para el año 2020 la provincia de Ourense tenga una población de 303.098 personas. Eso quiere decir que para entonces habrá perdido más de 30.000 habitantes. El INE cifra la población ourensana, a 1 de enero de 2010, en 335.159.

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