El Concello sostiene que será el futuro planeamiento el que impulse los nuevos hoteles-balneario en el río y en As Burgas

La empresa apremia la llegada del AVE para crecer en turismo termal

Panorámica de la ciudad, pendiente de un nuevo Plan de Urbanismo y de la integración del AVE. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La preocupación de empresas del sector termal por el retraso del AVE a 2018, lo que demorará también proyectos de iniciativa privada en las riberas del Miño, quedaría eliminada con la aprobación del nuevo Plan de Urbanismo, que contempla la variante exterior por Montealegre y abre la puerta a un futuro convenio con Renfe para el desarrollo urbanístico del barrio de A Ponte, que se enmarcará en un plan especial.
Lo dice la concejala de Urbanismo de la ciudad, Aurea Soto, que ve en el planeamiento, a punto de iniciar los trámites para su aprobación inicial por el Concello, la solución a los planes termales y turísticos, aunque el AVE llegue más tarde. Porque, antes, queda mucho trámite por salvar y sólo la seguridad jurídica de un plan aprobado garantiza la inversión en el mayor potencial de crecimiento de Ourense. Mientras, 'hay tiempo para hacer todas las gestiones previas, pasará la crisis, iniciaremos la recuperación y habrá crecimiento urbanístico en la ciudad, aunque no de forma indiscriminada', dice Soto.

En este punto, la concejala socialista coincide con el responsable de la Asociación de inmobiliarios de Ourense (Adeido), Benito Iglesias, al que también le constan las reticencias de diversos empresarios -que él conoció de primera mano en un foro de termalismo programado por el Concello- a propósito de invertir en una ciudad donde no hay garantías jurídicas por la anulación judicial del PXOM de 2003. Pero ahí acaban los puntos en común. Iglesias duda que el nuevo Plan que se apruebe, que -recalca- no fue consensuado antes con los agentes sociales y económicos, ofrezca un modelo de ciudad satisfactorio, no cree en los proyectos virtuales como la ronda termal, porque tendrá un grave problema de financiación, y advierte que, aún a día de hoy, 'no sabemos qué va a pasar con la integración del AVE en la ciudad', que el borrador del nuevo Plan de Urbanismo contempla con la variante exterior para su entrada en la ciudad a través del barrio de A Ponte y de O Vinteún. Sí detecta Iglesias daños en las oportunidades de negocio de pequeñas empresas constructoras, a las que el parón de las obras ferroviarias en varios tramos amenaza con asfixiarlas, sobre todo si hicieron inversión en maquinaria para estas obras específicas, como ocurrió con algunas de ellas, y ahora ven cómo los trabajos se ralentizan o se paralizan.

Otro sector económico, la Confederación de Empresarios, entiende a través de su presidente, José Manuel Pérez Canal, que la actual crisis económica deja a cero las oportunidades de negocio, haya infraestructuras o no; pero sí cree que el retraso de la alta velocidad incide negativa y directamente en el desarrollo termal y turístico de Ourense, y también en el alicaído sector de la construcción. Porque considera que el AVE puede atraer inversiones a la ciudad.

El AVE llegará en 2018 pero con vía única por Ourense
La realidad de la alta velocidad ferroviaria, la que se presume clave para el desarrollo termal y turístico de la ciudad, es que en los tres tramos más cercanos a Taboadela las obras apenas continúan. Están avanzados, la excavación y movimiento de tierras, realizados, y hay que esperar por los tramos más retrasados, los que suman kilómetros entre Vilavella y Vilar de Barrio. Por eso, las empresas adjudicatarias y las subcontratas, que reconocen este parón, auguran una situación similar en 2014, todo ello para concentrar los esfuerzos inversores en los tramos iniciados más tarde.
Claro que en esta línea sólo se trabaja con intensidad en la vía derecha (en dirección Ourense) porque el Ministerio ha optado por ahorrar e intentar abrir para 2018 una vía única, dejando la vía izquierda a ralentí y en uso cuando cambie la situación económica. De este modo, las empresas consultadas reconocen que hay ciertamente un parón, por lo que muchos obreros ya han vuelto a sus lugares de origen tras quedarse nuevamente en paro, y que la vía única tendrá aparcaderos cada ciertos kilómetros, donde el tren de alta velocidad que viaje hacia un destino pueda estacionar para dejar que pase otro en dirección contraria, lo que retrasará, evidentemente, los tiempos del trayecto, precisamente el concepto más goloso de la alta velocidad ferroviaria.
En esa vía izquierda, precisaron ayer empresas consultadas, sólo se estaría trabajando al 40%, lo que impedirá tenerla lista en los plazos que ha marcado el Gobierno de España.

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