La decisión del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, de no renovar la concesión para los mupis y pantallas digital del Concello no solo mermará los ingresos –124.000 euros de canon– de las arcas municipales sino que amenaza con otro lío municipal y nuevas denuncias, mientras el PP arremete contra la decisión.
El pasado fin de semana remató la concesión, y ayer los mupis –elementos estáticos de publicidad en la calle – estaban vacíos de contenido, a la espera de ser retirados. La empresa concesionaria no tardó en anunciar que exigirá una indemnización al Concello, ya que, como señaló el director general de PM Trans, Carlos Sánchez, en la Cadena Ser, no han podido explotar la publicidad el tiempo que estipulaba el contrato, debido a que en el momento de colocar las pantallas hubo un retraso al no decidir el Concello la ubicación exacta.
Jácome enseguida se desentendió de este lío y contestó que "el retraso en el inicio del contrato es responsabilidad de quien adjudicó y puso en marcha ese contrato. En es caso, el anterior grupo de gobierno".
Desde el PP, exsocios del alcalde, la portavoz, Flora Moure, afeó a Jácome que eliminase el servicio de mupis y pantallas "por ocurrencias y caprichos personales", precisamente "en una época en la que se prevé una bajada de ingresos municipales". Asimismo, Moure le recordó que los mupis era una forma de transmitir información institucional, más cuando el regidor "desprecia" a los medios de comunicación.
