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Tres encapuchados golpean y roban a un vecino de Amoeiro

Entraron en la casa de la localidad ourensana por la noche y se apoderaron de dinero y joyas

 

Los encapuchados reaparecieron en Amoeiro, asaltando una vivienda y agrediendo a uno de sus propietarios, Aníbal Muñoz Paradela, de 75 años, al que robaron un reloj, dos cadenas, una sortija y 50 euros en efectivos. El asalto se produjo sobre la una de la madrugada del jueves, cuando Aníbal Muñoz ya estaba en cama y dormía junto a su esposa, Isolina Álvarez, también de 75 años, en su domicilio en la calle San Martín de Bóveda (Amoeiro). El matrimonio estaba solo en el inmueble -no tiene hijos- y se sobresaltaron al comprobar que alguien irrumpía en el dormitorio. "Eran tres homes encapuchados. A min non me fixeron dano, pero ao meu home pegáronlle. Sacárono da cama e atárono, coa cabeza cara a zona dos pés", recuerda Isolina Álvarez, asegurando que aún no se le pasó el miedo que vivieron. "Crin que nos mataban, que era o noso final", añade.

Uno de los encapuchados les pidió que le dieran el dinero que tenían, a lo que respondieron que no solían  disponer de efectivo en casa. Ante la respuesta, comenzaron a golpear a Aníbal Muñoz, al tiempo que revolvían la ropa en los armarios y objetos en las mesillas de noche, rebuscando después por el resto de habitaciones. Los encapuchados se movían con una linterna, con la que buscaban posiblemente el dinero. "Non sei canto tempo estiveron na casa, pero pasamos moito medo porque se mostraban moi violentos, sobre todo co meu home", añadió la mujer.


Maniatados en la cama


En una cartera encontraron 50 euros y un joyero, dos cadenas y un anillo de oro. También sustrajeron el reloj que solía utilizar Aníbal Muñoz, al que los ladrones dejaron maniatado a la cama a la hora de marcharse. "Só pedían diñeiro, querían más diñeiro, pero non llo podiamos dar porque non o tíñamos na casa, se querían, que nos mataran", asegura la víctima.

Los encapuchados hablaban en gallego y castellano, aunque distorsionando la voz. Una vez que abandonaron el inmueble, Isolina Álvarez desanudó las bridas con las que habían atado a su marido a la cama y comenzó a curarle las heridas que le provocaron en el rostro, brazos y cabeza. El matrimonio ya no durmió en toda la noche y lo primero que hicieron fue alertar a la Guardia Civil, que acudió de inmediato a la vivienda, situada a escasa distancia del Pazo Coto Martín de Bovéda.

Los agentes llevaron a Aníbal Muñoz a un centro sanitario para ser atendido de las lesiones. Después, realizaron una inspección ocular en el inmueble con el objetivo de hallar huellas que permitan identificar a los encapuchados.

Según pudo saber este periódico, los delincuentes escalaron por un muro hasta acceder a una ventana de la casa, la que forzaron para entrar en la habitación.

Los agentes sospechan que los encapuchados conocían el lugar en el que dormía el matrimonio y que estaban solos en la vivienda. No descartan que estuvieran vigilando a Aníbal Muñoz en los últimos días. 


Sospechan que son de Amoeiro o que alguien les dio información


Los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil mantienen una investigación abierta y, según pudo saber este periódico, no descartan que los encapuchados residan en el municipio o en los alrededores y que alguien les proporcionase información sobre el matrimonio. 

Los agentes recogieron abundante material en el inmueble, que ayer analizaban con detalle por si arroja luz sobre la identidad de los ladrones.

El robo se produjo cuando pasó poco más de un mes en el que otros dos individuos agredieron a Brígida L.P., vecina de 88 años de Palacio, en la parroquia de Soutomaior del municipio de Taboadela.

En este caso, los ladrones no iban encapuchados, pero se hicieron pasar por trabajadores de la empresa Gas Natural Fenosa. Se apoderaron, tras golpear a la mujer, de 600 euros y joyas.

El pasado 10 de abril, un encapuchado asaltó la gasolinera de A Quinza (Ribadavia), incidente en el que resultó herido de bala el trabajador. En enero, dos hombres encapuchados asaltaron el bar Pepe de Parada de Sil después de agredir con un hacha al dueño cuando se disponía a cerrar el local.

Estos robos se registraron después de los asaltos que sufrieron   en enero del 2017 un matrimonio de Allariz, de 82 y 80 años. En este caso, los delincuentes también agredieron al dueño de la casa, Ramón Rodríguez.

Dos meses más tarde, los encapuchados agredieron a tres hermas en Güin (Bande). Aún no hubo detenciones. 

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